Iniciamos la década de los 50 con Don Quijote para niños. Es una obra adaptada por Sebastián Juan Arbó, editada en 4 volúmenes y con ilustraciones de Íñigo, como vemos hay dos viñetas en color, con un breve texto, por página. Edita Archivo de Arte, Barcelona, 1950, 27cm.>
Esta edición de R.L.Stevenson es de la Editorial Molino, Barcelona, 1954. La traducción es de A. Fuentes y la cubierta e ilustraciones de J.P. Bocquet. Está editado a dos columnas, 192 págs.Es una edición íntegra.
José Mª Sánchez Silva, 9ª edición, 1955, 25.000 ejemplares, Ilus. Lorenzo Goñi, Ed. Cigüeña de Fermina Bonilla.
El autor de Marcelino recibió el Premio Andersen en 1968 y lo compartió con el autor alemán James Krüs.
Colección Historias, Barcelona: Bruguera, 2ª ed., Agosto 1957.
Año 1958
Los discos de cuentos y canciones infantiles eran un premio que escuchábamos mientras cenábamos, los días que nos portábamos bien y hacíamos todos los deberes a tiempo. La verdad es que casi todas las noches escuchábamos uno.
Y por nuestro cumpleaños, los familiares que vivían fuera nos mandaban unas tarjetas postales que eran discos que se recortaban y se escuchaban. Este disco-postal es de 1959.
(Continuará)
Me parece preciosa la recopilación que se realiza sobre literatura infantil en torno a los libros antiguos. Esta sección me ha evocado a mi propia infancia y de repente ya no sé donde está la adulta y la niña que llevo y espero llevar dentro toda la vida.
ResponderEliminarMe ha sorprendido “El maravilloso viaje de Nils Holgersson a través de Suecia” de Selma Lagerlöf. Me parece muy educativo que los niños/as puedan aprender la geografía de este hermoso país por el contacto de la lectura.
No puedo dejar de reírme cuando me he encontrado con “Pippa Mediaslargas” de Astrid Lindaren. A parte de que el nombre original me resulta muy gracioso, Pippi me evoca a la frescura y la libertad, inevitablemente. Además, “Los Tres Cerditos”, “El Gato con Botas”, “Marcelino Pan y Vino”, “Alicia en el País de las Maravillas”, etc… Siguen siendo clásicos de la literatura que pueden cumplir varias funciones en la actualidad: como enlace social, instrumento de sentido y mapa cultural. Agradezco esta sección de Historia, ya que he podido descubrir cuentos de los que no tenía ni idea de su existencia. En este sentido, me gustaría compartir con vosotros/as una experiencia vivida:
El otro día fui a visitar a mis dos sobrinos y el más mayorcito de los dos, cuenta con cinco hermosos añitos. A éste siempre le han gustado mucho los cuentos y procuro leerle algo cuando me encuentro con él. Esta vez le tocaba leer a él, porque poco a poco ya ha comenzado a introducirse en el mundo de la lectura. Como no quería leer él le comenté que yo leía un cuento y él me leía otro a mí. Parece que le pareció bien mi propuesta y subió a su habitación para seleccionar dos cuentos. A mí, me picaba enormemente la curiosidad por ver que cuentos habría elegido. Finalmente, bajó con dos cuentos: para mí había seleccionado un clásico: “Blancanieves” y él se encontraba con un cuento más actual: “La Ranita”. No puedo contar el total de cuentos que tiene mi sobrino, quizás lleguen a cien o más… Me hizo especial ilusión que hubiera elegido Blancanieves, aunque no soy capaz de recordar cuantas veces se le ha leído este cuento. El vínculo que sentí al contarle el cuento, es diferente según la selección de la lectura, ya que Blancanieves también estuvo en mi literatura infantil y puedo acercarme más a él de esta forma. Porque compartimos un valor: la condición de coincidir de vez en cuando en las lecturas infantiles, en épocas distintas, en contextos sociales diferentes, pero seguimos leyendo y apasionándonos con mirada de niños/as por lo mismo. ¿No es algo mágico?
Gracias Ana María!
Ana Biurrun
De nada, es fantástico que estas recopilaciones sirvan para evocar momentos agradables más o menos cercanos.
ResponderEliminarLa magia de los cuentos, o mejor aún, la magia de la lectura existe, es una realidad.
Ante todo quiero felicitarte por tu blog¡¡ Y sobre todo, darte las gracias, por enseñarnos (a los que no conocíamos), y en algunos casos, recordarnos (a los que conocíamos), tantos cuentos, historias, libros… que tenemos escondidos en ese rinconcito de nuestra memoria, ya olvidados.
ResponderEliminarLeer la Historia de tu blog , me ha transportado directamente a mi infancia. He visto portadas de algunos de mis más “queridos libros”, leídos y releídos una y otra vez, atesorados en mi mente, libros que me hacían soñar y “vivir” aventuras, desventuras, alegrías, penas… momentos muy felices de mi infancia que gracias a ti he recordado.
Además de felicitarte y agradecerte, decirte que, también, he aprendido contigo. Porque estoy estudiando para ser maestra de educación infantil, y me has mostrado libros que yo no sabía que existían, y que gracias a ti, voy a conocer (me pondré manos a la obra y los leeré) y utilizaré en un futuro en mi trabajo.
Por cierto, me han encantado los libros cuento. Cuando yo era pequeña, recuerdo que por casa, estaban esos pequeños discos de vinilo en fundas de cartón, con dibujos preciosos en sus portadas que me llamaban la atención, y que yo tenía que rogar a mi hermana mayor (pues eran suyos) que me dejará escuchar en su “tocadiscos” (hermosa palabra, también ya olvidada), que me dejará tocarlos, pasar las páginas de su libro correspondiente, y perderme en las estanterías repletas de su escritorio, con las que yo soñaba, algún día serían mías.
Un abrazo¡¡
Paloma Luque
¡Que recuerdos! Me doy cuenta de que las buenas historias y cuentos no tienen edad de jubilación. Estas colecciones no solo nos trasladan hacia lugares lejanos o desconocidos a través de la imaginación, sino que tratan de ser fiel reflejo del mundo al que representan. Las ilustraciones son muy realistas describen paisajes con todo tipo de detalles y lejos de darnos una imagen distorsionada acercan al lector a su mundo.
ResponderEliminarVeo que los géneros de aventuras vienen marcados por los dramas sociales como la esclavitud, el racismo, la piratería o la picaresca y miramos a la actualidad y no cabe duda de que esta literatura sigue vigente.
Las ilustraciones de la época dan un carácter al personaje y nos forman un concepto sobre la narración, las descripciones del entorno y los paisajes son cuidados, se nota la importancia de la imagen.
La utilización de la viñeta y el colorido dan entrada a otro tipo de cuentos como vemos en la historieta de Pinocho. A pesar de haber visto películas de este personaje la viñeta tiene un carácter que te traslada a la aventura y te envuelve.
Gracias por darnos a conocer esta excepcional recopilación que de gran ayuda me va a ser. Con estas letras te felicito por este blog tan interesante.
Teresa Bonilla Pérez.
Me alegra enormemente que os guste el blog, que participéis en él y que os sea de utilidad.
ResponderEliminarBuenos días a todos y todas, leyendo el apartado de ediciones antiguas; años 50 me han llamado poderosamente la atención los títulos de los cuentos. Son cuentos que yo hoy, narro a mi hija y que han formado parte de la vida de mis padres, de la mía y que también formarán parte de la vida de mi hija. La literatura perdura en el tiempo y se transmite de generaciones en generaciones.
ResponderEliminar¡Es fantástico!
Silvia Cruchaga
En primer lugar enhorabuena por esta fantástica recopilación. Algunos de estos libros formaron parte de mi infancia y ahora forman parte de mi edad adulta, a través de mi hijo. Espero que en un futuro formen parte de mi vejez, cuando pueda leérselos a mis nietos.
ResponderEliminarTodavía recuerdo lo que me impresionaban las ilustraciones de mi primer Quijote, o cómo las aventuras del Joven Jim eran mis propias aventuras ¡cuántas veces habré sido su compañero de viaje en el barco! Parece que el tiempo no ha pasado, y verdaderamente para estos libros no ha pasado.
Muchos de ellos los conocía, pero otros muchos no. Es curioso ver ahora esas ilustraciones, algunas tan diferentes a las de hoy en día, y sin embargo otras podrían haber sido dibujadas ayer mismo. Lo que no cambian son las historias, capaces de transportarte en un momento a otro mundo….¿quién dijo que la magia no existe?.
¡Un saludo!
Fernando
Hola!
ResponderEliminarHe estado mirando la recopilación de los cuentos y quiero dar las gracias por ello; por que como futuros maestros me parece algo genial tener una pagina con todos los libros que podemos seleccionar para los alumnos o tambien para nuestros hihos, hermanos pequeños...
Además, en este blog he encontrado cuentos que no conocia pero que seguramente seran tan interesantes como los demas. Hay libros que conozco mucho y me hacen recordar mi infancia. Con algunos de estos libros he disfrutado mucho cuando era niño, he vivido experiencias alegres, emocionantes y tambien de intriga.
A los niños no les aburre leer un cuento y repetir una y otra vez el mismo cuento. A ellos les fastina siempre que escucha estos cuentos.
ES algo genial que los mismos cuentos de hace un monton de años sigan en nuestras vidas y en las vidas de futuros alumnos. Al leer un cuento de nuestro infancia a un niño, nos implicamos mucho más por que nos hace revivir los momentos buenos que nos hizo pasar ese libro en nuestra infancia.
Amaia Olarte.
Un saludo!
Desconocía la existencia de los libros-postal, así como que ya hubiera libros-discos en los años 50 y 60. En mi infancia en los años 80-90 tenía muchísimos casetes recopilatorios de cuentos clásicos, pero no sobrevivió ninguno. Ahora los clásicos están disponibles hasta en dvd (Hermanos Grimm, Cristian Andersen), pero los mayores no podemos olvidar enseñar a la infancia el valor del cuento escrito, de sus ilustraciones, lo mágico de la narración... He guardado cuentos y revistas de mi infancia hasta hoy (algunos de mi más tierna infancia dan muestra de mis travesuras con las pinturas y rotuladores), y ahora esa colección la está descubriendo mi peque de 3 añazos, quien pese a tener muchísimos cuentos y álbumes ilustrados actuales, me pide que le cuente "mi" Pinocho, con sus hojas ya amarilleadas y colores más bien apagados. Esos cuentos tienen algo mágico y especial que él ha comenzado a sentir.
ResponderEliminarEn fin, me ha encantado evocar mi infancia a través de la literatura que reflejas en tu blog.
Ariadna Martín
Estupenda recopilación de cuentos antiguos, casi puedo sentir el olor y el tacto de sus páginas. Viendo sus portadas me he trasladado al garaje de mis abuelos donde guardaban los cuentos y tebeos de mis tíos. A mis primas y a mí nos encantaba trastear por allí y descubrir con asombro las historias que en ellos se contaban. Recuerdo por ejemplo La isla del tesoro, novela que me decidí a leer algo más mayor y que, por cierto, me encantó. Sin embargo cuando la leí ya conocía la historia porque en los libros de mis tíos había una parte escrita y otra en la que se contaba la historia en forma de cómic. Así tuve mi primer contacto con otros clásicos como Las aventuras de Huckleberry Finn. Veo en el blog La cabaña del tío Tom con ilustraciones, este libro podría haber estado perfectamente en el garaje de mis abuelos.
ResponderEliminarMerece un comentario especial el libro Marcelino pan y vino, no conocía la existencia de la novela ya que pensaba que era una película. La vi hace mucho tiempo, cuando era una niña y me encantó, por supuesto lloré muchísimo con la tierna historia del pobre niño huérfano, sé que puede resultar algo ñoña, pero estoy segura de que si hoy la volviera a ver volvería a llorar, ojala hubiera podido leer la novela en su día.
Los disco cuentos cuyas carátulas has colgado son fantásticos, en particular el de Pinocho con la parte de cómic. Hoy en día aunque ya no se utilizan este tipo de discos también existen los audio cuentos. A mi hijo le gustan mucho. Nosotros los solemos utilizar para los viajes en coche. Es otra manera de estimular la imaginación y de acercar a los niños a la literatura. ¡Felicidades por tu blog!
Un saludo.
Pilar Sierra
Hola,
ResponderEliminarComparto la opinión de los demás blogeros. He disfrutado mucho leyendo sobre estas historias de hace años. A mí me quedan algo lejanas, pero como muchos de los demás, he leído y escuchado en boca de mis padres y abuelas muchos de estos cuentos.
Quién no ha tenido una infancia ochentera (soy del 81) con las historias de Pippi Calzaslargas; quién no ha leído o, en mi caso, escuchado el cuento del Gato con Botas, Blancanieves, Garbancito...Mis padres nunca han sido de Disney, así que mis cuentos eran más bien del Quijote para niños (de hecho yo tengo todavía la edición de Erich Kästner que comentas en otra de tus entradas).
Pero algo que me gustaría comentar es la costumbre que cuentas teníais de escuchar algún cuento mientras cenabais si os habíais portado bien.
Uno de mis mejores recuerdos es recordar a mi padre sentado entre las dos camitas (la de mi hermano y la mía) preparándose para inventarse una nueva aventura que contar a sus hijos, o buscando por qué página nos habíamos quedado en las aventuras del Capitán Trueno. Recuerdo a los tres inventando un cuento acerca de qué llevaba un niño que no se duchaba en el pelo y, bueno….podéis imaginar qué cantidad de cosas llevaba…y cada noche recordábamos de memoria todo aquello que el niño llevaba en el pelo.
Y con esto no quiero más que alentar a los padres de hoy en día a recuperar esos momentos con sus hijos. La televisión e internet nos están robando esos momentos maravillosos que otros padres e hijos de generaciones pasadas pasaron juntos. Y creo que la literatura infantil es un instrumento clave para acercar a padres e hijos e invitarlos a soñar juntos.
No hay nada que una más que un buen cuento narrado con todo su amor de un padre a un hijo.
Un saludo
Alicia
Qué recuerdos los que se despiertan en uno al ir hojeando este blog, es como repasar un álbum antiguo reconociendo las emociones de ese niño despierto que disfrutaba soñando, viajando y descubriendo mundos que no conocía. Me detengo en este apartado de ediciones antiguas de los años 50, me llama muchísimo la atención la definición tan cuidada del dibujo así como el uso del color. Los colores muy vivos y con contrastes más acentuados entre los diferentes tonos, así es como recuerdo los antiguos cuentos y cómics.
ResponderEliminarRecuerdo que cuando aún era muy niño, me costaba seguir la lectura, por lo que seguía la historia sobre todo por los dibujos. Al ver esta edición de Don Quijote con viñetas en color junto a un breve texto, me hace ver la gran utilidad de este tipo de ediciones para incentivar la lectura en los niños. Cuando la lectura todavía resulta pesada, el dibujo es un soporte y puede ser el modo de acercar a los niños las grandes obras.
Ahí podemos ver el maravilloso disco-postal de 1959 con Pinocho, sorprendente, no tenía ni idea de que en aquella época hubiese cucadas como esta.
Otra característica que llama la atención es la expresividad de los personajes, estos clásicos de la literatura infantil transmiten muchísimas emociones. Los sentimientos sinceros e inocentes del Protagonista de “Marcelino pan y vino”, la maldad e inmoralidad de la esclavitud en “La cabaña del tío Tom” o el entusiasmo aventurero de aquel joven protagonista de “La isla del Tesoro”. Sin duda, aquel niño que se metía en aquellas historias contactaba con una sensibilidad que merece la pena no olvidarla.
Las historias a veces actúan como despertadores de aquellas partes que están dormidas en uno. Los cuentos y la literatura clásica infantil, nos hacen ver aquella parte con la que se intentaba ver y entender el mundo siendo a la vez un niño. Seguro que ese niño todavía anda por ahí, con espacios como este podremos seguir soñando, disfrutando y recordando aquella alegría tan inocente en la que los días eran aventuras por descubrir.
Yo he conseguido ser un niño en este ratito, voy a seguir ojeando, para seguir siéndolo, queda mucho por aprender.
Un abrazo a todos.
Mikel
En primer lugar me gustaría felicitar a Ana María Navarrete por el blog, ya que me ha parecido enriquecedor además de interesante.
ResponderEliminarLeer tu blog me ha llevado a mi infancia, he recordado libros que tenía olvidados y que tanto me gustaba leerlos o que me los leyeran como: Ali Baba y los cuarenta ladrones, La Cabaña del Tío Tom, La Isla del Tesoro...
También he recordado la función del viejo tocadiscos que mi madre aún conserva en casa. Recuerdo muchos domingos de lluvia en casa comiendo chocolate con churros en los que mi hermana pequeña y yo escuchábamos “el gato con botas” en el tocadiscos una y otra vez. Lo primero que he hecho ha sido llamar a mi madre para preguntarle si conserva dichos discos y me he llevado una gran desilusión cuando me ha dicho que todos ello se estropearon de tanto escucharlos.
Quería señalar que una de las secciones que me ha causado mayor curiosidad es la de “Libros de arte para niños”. Desconocía la existencia de estos libros y me parece una forma muy original y divertida de enseñar arte a los niños y niñas.
También me ha gustado mucho recordar la frase “ mi mama me mima” ya que así es como aprendíamos a escribir con los cuadernillos rubio.
Te quería volver a agradecer Ana María el que me hayas llevado a mi infancia y que me hayas dado la oportunidad de recordar ciertos libros que tanto me gustaron y que tenía completamente olvidados.
Un saludo,
Maitane Camba Silveti.
Hola Ana María,una vez más agradecerte la recopilación y presentación de estas joyas literarias. Algunas de ellas las conocía y muchas otras no, como: "Premio gordo", "Noche de tormenta", "Picoletto", "Sin familia", etc. Este apartado de historia me ha hecho reflexionar e incitado a ir más allá de las portadas y releer aquellos libros que me contaban y leía en mi infancia así como descubrir aquellos que leían nuestros padres y abuelos y así conocer las bases de la literatura actual.
ResponderEliminarAdemás es un placer poder tener a mano tus reseñas y comentarios a los que poder acudir por simple entretenimiento o como recurso educativo, es de gran utilidad.
Saludos,
Mireia Alamar
Ediciones antiguas: Años 50
ResponderEliminarLo primero que me ha chocado un poco es que publiciten un libro con comentarios del tipo: “viñetas a color”. A veces nos olvidamos que no hace mucho tiempo las ilustraciones, la tele y otros medios audiovisuales se veían en la blanco y negro. Además antiguamente los libros tenían otro valor, ya que no todo el mundo se podía permitir comprarse libros y mucho menos a todo color
Otro formato que había en los años 50 y que los niños recibían como un premio eran los discos de cuentos. El poder escuchar sus historias favoritas con sonido y contadas con pasión literaria era un regalo que los pequeños disfrutaban y apreciaban con los cinco sentidos. Que distintos eran los entretenimientos de antes comparados con los de ahora, y con que poco se podía hacer feliz a un niño.
Aparece el precursor del actual DVD, el disco postale, que se recortaba y se podía escuchar. La verdad es que me ha sorprendido este tipo de cuento ya que no sabía que en los años 50 hubiese algo parecido.
Todos estos libros de aventuras, de misterio, de amistad y amor, han sido el sustento de muchos niños y niñas que han sabido valorar el significado de un libro, que no es otro que el alimento del alma.
Magnífica bibliografía de libros de literatura infantil y juvenil que, de algún modo, refleja la evolución histórica del concepto de infancia. Cada época y cada cultura tienen su visión sobre la infancia, determinada por un lado, por las condiciones socio-históricas de cada momento y por otro, por los conceptos y conocimientos sobre los niños estudiados por las diferentes disciplinas.
ResponderEliminarLa producción literaria de esta época marca la el punto de inflexión en que los niños son percibidos como tal y no como “pequeños adultos”. Si en el siglo XIX y principios del XX muchos de los niños no tenían ni hogar, ni familia estable, vivían en la calle o eran tan pobres que no iban a la escuela. A partir de la 2ª mitad del S.XX las condiciones de los niños mejoran y se extiende la escolarización (en los países más desarrollados!). De ahí la extensa colección de títulos de literatura infantil que podemos encontrar.
Personalmente me ha llamado la atención la edición adaptada del Quijote de Sebastián Juan Arbó porque justo esta obra fue de lectura obligada en mi juventud y, a pesar de que al principio me asusté por su volumen, al final resulta que me encantó. También me ha resultado interesante conocer el disco-postal que recibía el autor del blog. No conocía este formato de cuento y estoy convencida que encantaba a los más pequeños de la época.
En definitiva esta colección de literatura infantil y juvenil nos transporta a las diferentes épocas y nos hace recordar nuestra infancia a través de los distintos títulos que se citan.
Muchas gracias por este viaje en el tiempo!
Virginia Giménez Hernández
Principalmente quiero dar las gracias a la persona que ha creado este blog por enseñarnos tantos libros de otras épocas que yo al menos no conocía, no sabía que se enviasen discos de cuentos como felicitaciones, me ha parecido algo realmente fantástico y maravilloso, y por otro lado por ayudarnos a recordar libros antiguos que por suerte hemos leído en nuestra infancia pero que no recordaba como por ejemplo: “ Tartarín de Tarascón” el famoso “Gato Felix”, “Historia de una Erizo” que es un libro precioso, “Rastro de Dios” que significó mucho para mí en mi infancia.
ResponderEliminarLo bueno de todo esto es que aprendes un montón porque gracias a tu blog he podido recopilar nuevos títulos para utilizar en un futuro en mis clases, espero, y también te das cuenta, de que los buenos libros siempre perduran porque por suerte hoy en día se siguen contando las historias de “los tres cerditos”, “Alicia en el País de las Maravillas” y tantos otros...
Pero mi gran sorpresa ha sido recordar “El maravilloso viaje de Nils Holgersson” ese niño diminuto sobre su ganso, lo había borrado de mi memoria y gracias a ti lo he vuelto a recordar.
La introducción de los niños en la lectura es algo realmente importante para nuestro desarrollo como personas, no entiendo cómo puede haber personas a las que no les guste leer. Yo intento regalar siempre un libro a mis sobrinos cuando es su cumpleaños o cuando es Navidad, y siempre es alguna historia que a mí me ha gustado, el último fue “Superzorro” para mi sobrina Claudia que tiene 8 años y alguna aventura del “club de los 5” para mi sobrina de 11 años Belén.
Hay un libro que por desgracia ya no se publica, digo por desgracia porque lo he buscado ya que perdí el mío que se titula “la casa de los cocodrilos” de Ballot Helmut, si alguien tiene la oportunidad de leerlo le encantará.
Un saludo y gracias por tu blog.
Isabel
La verdad es que me ha sorprendido mucho la existencia de los libro-disco. Además, en esta entrada, se puede ver la gran labor ilustradora que se realizó. En estos libros se hace un esfuerzo por poner imagen a casi a cada frase del mismo, lo cual lo considero una muy buena idea para fomentar la imaginación y el simbolismo en el niño, pues se le facilitan muchos más detalles para poder narrar las historias él sólo e irlo introduciendo en el mundo de la narrativa . Por otro lado, encuentro que la existencia de tantas ilustraciones ayuda al niño a desarrollar la comprensión lectora, pues fragmentos pequeños del texto están ilustrados con lo que es más fácil entender el significado de lo que escucha .
ResponderEliminarOtra cosa que me ha sorprendido es cuando la autora del blog, Maria Navarrete, explica que escuchar las canciones y los libros era el “regalo” por portarse bien. Me ha sorprendido por el valor que tenia algo que creo, ahora, pasaría desapercibido para muchos niños. Escuchar una canción o un cuento como un regalo?, creo que no. Eso me hace pensar en la televisión y en la influencia tan negativa que tal vez tenga en la capacidad para imaginar. La televisión, desde mi punto de vista, ha eclipsado acciones y momentos tan bonitos cómo el que comenta Maria. La televisión ha robado parte del protagonismo y de su posición privilegiada a los libros, y en cierta forma, ha robado la posibilidad de imaginar mundos, convirtiendo a los niños en meros espectadores, pasivos, de la fantasía.
Cristina
Hola a tod@s:
ResponderEliminarEn primer lugar quisiera felicitar a Ana María Navarrete por su blog de literatura infantil y juvenil "El cocodrilo azul", ya que resulta tan educativo, como ilustrativo y conmovedor.
Quisiera comentar especialmente los discolibros, ya que de pequeña fui inmensamente feliz escuchándolos, tenía varios en disco de vinilo y en cassete; eran bastante antiguos, pertenecían a mis padres o a mi hermano, pero no sé si habrá sobrevivido alguno de ellos.
Recuerdo haber escuchado, por ejemplo, el cuento de "Garbancito", "Alí Babá y los cuarenta ladrones" o "El flautista de Hamelín", entre otros; aunque lo mejor era cuando me los contaba mi queridísima abuela de viva voz.
Personalmente opino que deberíamos rescatarlos, ya que estimulan la imaginación de los niños y los educan en valores, que es algo tan necesario e imprescindible en la educación de hoy en día.
Un saludo.
Verónica López.
¡Hola a todos!
ResponderEliminarMe ha interesado mucho el post de Elena Fotún: Celia lo que dice, porque nos ofrece ilustraciones y recomendaciones de cuentos infantiles, porque los analiza y porque como futura maestra agradezco todo este material. En el post habla de un libro de los años sesenta y de cómo han cambiado los modelos actuales. Aporta ideas sobre la ilustración y la idea principal consiste en que la ilustración es fundamental en la literatura para niños porque interpreta el texto.
La serie de Celia me marcó a mí de pequeña, por las travesuras que hacía, con sus animales, o con su hermano pequeño baby... En el libro lo que me llamó la atención fue el título, y abrí por una hoja y me encontré con el capítulo “Promesas sin cumplir”, y me gustó. El libro, o todos, aunque yo os puedo asegurar que los mejores títulos de esta colección son “Celia, lo que dice”, ”Celia en el colegio” y “Celia madrecita”. Los demás títulos, que también son muy divertidos e interesantes son “Celia novelista”, “Celia en el mundo” y “Celia y sus amigos”, aunque también existe otro libro, del cual me he informado, que fue el único escrito para publicarse como tal, del cual se posee el borrador, donde la autora Elena Fortín siente la necesidad de sacrificar a Celia para dejar un testimonio de la guerra civil, el cual lleva como título “Celia en la revolución”.
En mi opinión La actualidad de esta obra, no sólo escrita para el público infantil sino para todo el mundo que quiera leer una buena obra sobre los conflictos entre niños y adultos, entre realidad y ficción, entre razón y sinrazón… en definitiva entre una realidad y otra y sus relaciones irreconciliables, aunque unidas indisolublemente, es comprobable gracias a la cantidad de estudios, cursos, conferencias, etc. que se siguen impartiendo no sólo sobre Celia, sino sobre su autora, Elena Fortún.
Elena Fortún utiliza a esta niña y a sus aventuras para criticar determinados aspectos de la sociedad existentes en su época y aún hoy, como son la marginación a las clases más desfavorecidas, la situación de inferioridad de las mujeres o la hipocresía de las clases altas. Es curioso y agradable que esto lo haga a través de una niña de la burguesía madrileña una escritora de su misma clase.
En definitiva, aunque hayan pasado casi 70 años de lo que se cuenta en el libro a nuestra actualidad se trata de una historia que los niños pueden leer hoy perfectamente.
Un Saludo.
Andrea Sastre Ramírez
Hola, me he tenido que detener a ver esta recopilación de cuentos, tan antigua y a la vez tan presente a lo largo de toda mi vida. Son preciosas esas postales, las portadas tan antiguas, historias que tantas veces hemos visto en la pantalla de la televisión y ver como ya estaban también cuando nuestros padres eran pequeños resulta muy conmovedor. Me ha hecho recordar con emoción como yo también leía mis disco-cuentos, una colección que iba haciendo año tras año, navidad tras navidad, un disco pequeño de vinilo que la narradora leía a la vez que yo lo hacía en un pequeño librito. Siempre están ahí los clásicos, sin intención de menospreciar a obras como el Quijote o Marcelino Pan y Vino, pero qué tendrán estos maravillosos cuentos, algunos adaptados por el increíble Walt Disney, que nos han hecho emocionarnos a todos los niños y no tan niños en todas sus versiones. Primero con postales y librillos, después con disco-cuentos, las películas, hasta nuestros días con el DVD o incluso en proyecciones en 3D. La tecnología avanza, pero la historia siempre es la misma, la sonrisa del niño que lo escucha es siempre la misma. Son historias de ayer, de hoy y de siempre. Por mi parte soy una apasionada de los dibujos de Disney, y Pinocho siempre ha sido una de mis preferidas. Hoy soy madre, y sin pretenderlo les he inculcado a mis hijos el amor por estas historias, siempre habrán cuentos nuevos y de moda del momento, pero Blancanieves, Peter Pan, la Bella Durmiente, Dumbo, etc. siempre estarán allí, y me hace feliz ver cómo estas historias que hicieron emocionarse a mi madre, me lo hicieron a mí, también hoy consiguen hacérselo a mis hijos. Por suerte, ellos viven en una época donde es más fácil adquirir cualquier cosa, se compran películas, cuentos, muñecos, y tienen de todo solo porque les gusta. Mi madre cuenta siempre como vio siendo muy pequeña en el cine La bella Durmiente, no había visto en su vida una historia tan bonita, aun lo recuerda con emoción. Yo por mi parte, siempre he tenido cuentos y como he dicho mis queridos disco-cuentos, pero también tuve que ir al cine a ver mi primera película de Blancanieves, quedé fascinada. Por suerte, hoy en día las podemos tener en casa y verlas siempre que queramos, pero la sonrisa de mis hijos, cuando noche tras noche les cuento como Blancanieves despierta tras el beso del príncipe, sigue siendo la misma que tuvo mi madre al ver como despertaba la Bella Durmiente, y la misma que tuve yo. Son historias maravillosas simplemente.
ResponderEliminarVanessa Martínez Marco
Buenas, antes de nada felicitarte por la aportación que realizas en este blog sobre literatura, y el trabajo que realizas a la hora de realizar listados de obras que ya no son actuales.
ResponderEliminarAyer mientras leía tu blog, comenté con mi madre las obras que has publicado en los años 50, ya que mi madre es de esa "quinta". Cual fue la grata sorpresa por parte de los dos, que mi madre conocía dichas obras y al recordarlas todavía reconocía los principales protagonistas y sus desenlaces. Esataba muy sorprendida y emocionada, puesto que esas lecturas le habían marcado momentos de su niñez muy gratos.
La verdad es que fue un momento muy bueno para los dos, y ójala cuando tenga hijos pueda experimentar una anécdota como la que os he contado.
Un saludo. Luis Miguel.
En primer lugar felicidades por este blog, es estupendo y lleno de sorpresas a medida que lo vas descubriendo.
ResponderEliminarLos años cincuenta me quedan un poco lejos pues nací en 1981, pero considero muy interesante los cuentos que nos muestras.
En primer lugar, me gustaría comentar la importancia de adaptar clásicos para poder llegar con más facilidad a los a los jóvenes y niños. Me refiero a las adaptaciones de Don Quijote en cuatro volúmenes de 1950 y de Marcelino Pan y Vino de 1955. Me parecen fantásticas, creo que los clásicos no solo son propiedad del público adulto, sino que una buena adaptación puede hacer accesible unas historias tan importantes para nuestra literatura, al público juvenil e incluso infantil.
Otro aspecto a resaltar son los discos de cuentos y canciones. Mis recuerdos son de casete y no de discos de vinilo, pero las sensaciones muy parecidas a las tuyas. La escucha de cuentos se convertía en un premio, pero también recuerdo escucharlos en días de lluvia (la televisión y los videojuegos en nada se parecían a lo que se han convertido ahora) y sobre todo, cuando pasaba un par de días en casa por enfermedad y me hacían pasar rapidísimo el tiempo de convalecencia. Recuerdo aquellos cuentos repetidos una y otra vez en una vieja radio, me los sabía de memoria pero me parecían un tesoro en cada escucha, no me cansaba de oírlos; aquellas voces, aquellos ruidos y efectos de sonido, aún recuerdo como cerraba los ojos y me imaginaba los personajes revoloteando por la habitación.
En fin, muchas gracias por este gran blog, ánimo y síguenos sorprendiendo.
Jordi Sánchez Laure
Buenas tardes y felicidades por la realización de este blog! Es muy interesante y me recuerda mucho a mi infancia. Es educativo, entretenido y motivador para la lectura de los niños. Este tipo de libros ayuda a los niños a ser creativos e innovadores ya que muchos de los libros son historias basadas en la fantasía.
ResponderEliminarAyudan a los mas pequeños a situarse de manera ilustrativa en la historia antigua, conocen los personajes, vestimenta, el entorno… por eso me parece que los dibujos deben de llamar la atención al niño para así tener más motivación a la hora de aprender a leer y ayudan también a situarse en la historia que están leyendo en el momento.
Observando todas las portadas de los libros, el que más me ha llamado la atención es el cuento de Pinocho. Si recuerdo bien cuando era pequeña me parecía una historia irreal donde aparecían cosas sin sentido y por eso me ayudó mucho a desarrollar mi imaginación. También era una historia que evocaba euforia, inquietud y agresividad sobre todo en la ultima parte donde Pinocho aparece en un “mundo” donde podía hacer lo que quiera (escena donde aparece Pinocho rompiendo los muebles de una casa). Esta parte de la historia la suprimiría, ya que creo que no tiene nada educativo y hace que los niños crean que eso esta bien.
Un saludo y felicitaciones otra vez por tu esfuerzo!
Alejandra
Ana María, felicidades sinceras por este espacio que has creado. No lo conocía, pero ahora lo seguiré de cerca, pues nos muestras cosas muy interesantes de temáticas diversas. Muchas gracias por compartirlo con todos nosotros.
ResponderEliminarHe de decir que me ha llamado poderosamente la atención este espacio en el que nos acercas a la historia literaria, donde podemos ver ediciones antiguas, algunas de lo más curioso.
Muchos de ellos han llegado a nuestros días, pues son clásicos, pero he encontrado aquí libros que no conocía. ¡Y también formatos! Me ha encantado ver los discos-postal como este de Pinocho que no conocía. Se los enseñé a mi madre y le encantó verlos, pues para ella son, como bien dices, un recuerdo entrañable de un regalo mágico que hacía que un niño se sintiera muy importante. ¡Mágico!
También me resultó grato encontrar los discos y cuentos de canciones infantiles, como éste del año 1958 de Garbancito y canciones populares. Yo no tuve disco de estas canciones, sin embargo las conozco todas por la maravillosa transmisión oral. Curiosamente, ahora sí tengo estas canciones en mi aula de educación infantil.
Mis padres y abuelos, así como mis hermanos mayores, fueron para mí una gran fuente de conocimiento y enriquecimiento. Tanto en literatura oral como escrita en mi casa siempre tenías un adulto dispuesto a ilustrarte. Mis abuelos sobre todo con canciones, adivinanzas, cuentos e historietas de tradición oral. Mis padres y hermanos con cuentos y libros que llenaban mi casa.
Y algunos libros como el de Marcelino pan y vino y La isla del tesoro los recuerdo en mi casa desde siempre. La Isla del tesoro que nos muestras es la misma que la que teníamos en casa, de la Colección Molino, con esas ilustraciones tan características de la época. Así que a medida que fui creciendo, me encontraba con tesoros reales esperándome en casa.
Y uno que no conocía y me ha encantado verlo –muchas gracias por compartirlo- es la edición de Don Quijote de La Mancha, una gran iniciativa para acercar la literatura más grande a los más pequeños. Tiene una portada preciosa.
Veo, además, que no soy la única que se ha entusiasmado con el hallazgo de este blog. De nuevo gracias y nos iremos “viendo” por aquí. Un saludo cordial:
Raquel Fernández Vizoso. UNIR.
Estimada Ana,
ResponderEliminarHas incluido en este post tres de las historias que más marcaron mi infancia: Don Quijote, La isla del tesoro y Marcelino, pan y vino. Las dos primeras fueron, durante muchos años, el hilo conductor de muchas tardes de juegos con mi padre (él solía hacer de Long John Silver e incluso me dibujaba mapas del tesoro). Pude ver, además, las versiones filmadas en los tres casos: del primero mi padre me compró la serie de dibujos animados de Don Quijote del año 1979 que veíamos a veces con nuestro proyector de Super 8, y de las que guardo un recuerdo inolvidable, con aquel ruído inconfundible de los fotogramas pasando a toda velocidad. En lo que se refiere a La isla del Tesoro y Marcelino, pan y vino; fue mi padre también el que nos consiguió una cinta de VHS con la película de Orson Welles, y la versión de Marcelino del año 1955. Ambas las guardo en esa parte de mi infancia en que los niños todavía creen en muchas cosas e imaginan que todo es posible, especialmente la historia de Marcelino. Esta última siempre me causó una mezcla de admiración, tristeza, miedo y respeto.
Creo que, para un niño, la idea de poder ver en una película (ya sea de dibujos animados o de actores “de carne y hueso”) en la que salgan los protagonistas de sus lecturas favoritas, es algo que les fascina. Cuando vi por primera vez La isla del Tesoro de Orson Welles después de haberme leído prácticamente no me lo podía creer: el mundo que mi imaginación había creado estaba ante mis ojos, era real. Y lo mismo me ocurrió con la versión de Viaje al centro de la tierra del año 1959.
La escucha de cuentos, como los que incluyes, también es otra vía realmente interesante para motivar a los niños a leer. ¿Quién no ha escuchado alguna vez, sea en disco o en cinta, los cuentos de Garbancito, Pinocho o Alí Babá? Recuerdo que incluso me dormía escuchándolos para no tener miedo por las noches porque imaginaba que aquellos personajes me hacían compañía. ¡Es bueno recordar esos momentos y, sobre todo, recuperar el valor que este tipo de material tiene en nuestra labor educativa, no sólo como profesores sino como padres y madres!
¡Enhorabuena por el blog!
Laura Núñez Gea (UNIR)
Lo primero, sin duda, es felicitar a Ana María por este estupendo blog. Reconociendo mi ignorancia, he de decir que me sorprende ver tanta gente interesada y seguidora de este tipo de eventos. Lo digo sin ánimo de ofender y gratamente sorprendido, pero en los días que vivimos resulta extraño el interés hacia algo que no tenga que ver con la tecnología y comunicación, a través de este mundo de "red".
ResponderEliminarEs precisamente eso lo que me ha motivado a escribir esto, deteniéndome en este evocador apartado. Como muchos de los compañeros ya han escrito, no he podido evitar mirar hacia atrás y verme a media luz, en el salón de mi casa, tirado sobre la moqueta y escuchando uno de esos cuentos escritos sobre un vinilo. Es increíble, como alguien dijo antes, que en los años cincuenta ya hubiera esta tecnología, y algo con lo que me he quedado boquiabierto, es con las postales-libro que Ana María recibía de regalo por parte de sus familiares alejados, no tenía ni la menor idea de su existencia, y que además tenías que recortar para poder escuchar su contenido, me parece casi mágico.
No sé si será mi momento vital, mi parte romántica, o un carácter melancólico latente, pero me ha encantado observar esas antiguas ediciones, con sus ilustraciones absolutamente típicas y reconocibles, con títulos tan nombrados a lo largo de nuestras infancias dentro y fuera de las aulas. Como alguien dijo antes también, es sorprendente su permanencia en nuestra memoria y la vigencia que conservan en la actualidad. Es cierto que se sigue escribiendo para niños, menos mal, pero seguimos leyéndoles las historias que leímos hace treinta años nosotros y hace sesenta leyeron nuestros padres y abuelos. Quiero creer que eso significa que algún valor han de tener en si mismos, para que esto suceda.
Que bonito y afortunado es poder compartir con nuestros pequeños, momentos literarios, que después usarán en su vida diaria y les acompañará en su crecimiento, porque no podemos olvidar la faceta pedagógica que acompaña al momento. Cualquier sitio es susceptible de convertirse en espacio literario, la playa mientras el niño espera a bañarse con la consabida espera de la digestión, el viaje de vuelta de las vacaciones, escuchando un cuento grabado, o si se quiere, con la modernidad de un DVD, me parece igual de válido.
No perdamos estos maravillosos momentos donde la comunicación del adulto fluye hacia el niño y los valores son comunes a ambos. No reneguemos de internet y la tecnología, o la televisión, pero a las horas adecuadas y no con dibujos animados a las doce de la noche, aunque sea en fin de semana. A Ana María le premiaban con la escucha de cuentos, porqué no premiar nosotros también con la lectura y el momento compartido y así, como decía una compañera, dar ese valor a algo que lo tiene.Precisamente valores es lo que recibíamos cuando leíamos, escuchábamos o veíamos a John Silver, Tom Sawyer o Sancho Panza.
Gracias de nuevo Ana María y debo decir que ha sido un gran hallazgo que no perderé en adelante. Supongo que necesito sacar al niño más frecuentemente, y este blog es una gran catarsis.
Un saludo para todos.
Juan Carlos
Felicidades por el blog!es maravilloso...al ver Ali Babá y los cuarenta ladrones pienso sin duda en las mil y una noche. La historia de las Mil y una Noche me fascinaba, de qué manera Sherezade, cada noche le contaba un relato diferente al sultán y le dejaba el final sin terminar para que no la matara, y la dejara vivir hasta la noche siguiente, y así sucesivamente, hasta las mil y una noche. El cuento de Ali Babá forma parte de estos relatos, y después de saber de las mil y una noche, pensaba en como este cuento y otros que me contaron, se los contaba Sherezade al Sultán, y me imaginaba que me dejaban sin escuchar el final. Supongo que de esta manera experimentaba la ansiedad de saber que pasará.... ¿descubrirán a Casim muerto, llegaran los ladrones a matar a Alí? Con estos cuentos empiezas a querer a los personajes, empiezas a sentir la bondad de unos y la maldad de otros, empiezas a imaginar tus propios cuentos...
ResponderEliminarun saludo para todos,
Anna Dergham. UNIR
He descubierto este fantástico blog, en general me han gustado todas sus secciones. La sección de historia me ha resultado muy curiosa, la variedad de titulos que se exponen hacen reflexionar mucho.
ResponderEliminarRecuperar textos e ilustraciones del pasado resulta interesante. A mi me pareció interesante enseñárselo a mi madre y fui un momento muy emotivo para ella.
Ella muchos de los títulos los recordaba, no recordaba las ilustraciones de las portadas, pero al verlas la evocaban recuerdos de su infancia, incluso me contó de que iban algunas de las historias, fue genial.
Enhorabuena Ana María, el blog es un trabajo precioso y de gran utilidad, lo visitaré más amenudo.
Margarita Flórez
Antes de nada: ¡FELICIDADES por esta estupenda recopilación Ana María Navarrete!
ResponderEliminarGracias a este blog me has hecho rememorar los momentos mágicos, las sensaciones que experimentaba cuando mi madre nos leía (a mis hermanos y a mí) estos fantásticos cuentos, cuando nos convertíamos en protagonistas de las historias, cuando empezábamos a descubrir un mundo paralelo lleno de magia, aventuras, valores, personajes entrañables.
Con este blog has conseguido hacerme revivir mi infancia, recordar mis cuentos favoritos, que siempre formarán parte de mí y que ya empiezo a contarle a mi sobrina. Sin duda estos cuentos con los que hemos crecido son uno de los mayores tesoros de nuestra infancia. El poder del cuento es tan grande, estimula nuestra imaginación de forma que nos permite revivir las experiencias pasadas, a la vez que ayuda a proyectar el futuro; potenciando además la creatividad.
Me ha encantado ver el vídeo del Patito feo, este es un cuento aplicable para todas las edades ya que permite abordar la diversidad cultural. La ternura que despierta este patito, la búsqueda del cariño de una familia, los valores de amor, el optimismo y tesón que pone…ayudan a los niños a convertirse en personas más tolerantes, sin prejuicios y que sepan valorar a las personas más allá de su apariencia. Este entrañable cuento de Walt Disney nos hace sabedores de que todos necesitamos ser aceptados, amados y respetados; en eso consiste la búsqueda de la felicidad. De una forma muy tierna nos muestra todo lo que ofrece el protagonista a cambio de amor. El hecho de que se convierta en un cisne, metafóricamente puede ser interpretado como que su gran corazón y alegría le hace ser más bello.
MATT (Unir)
Cuentos entrañables que han formado también parte de mi infancia, que me han emocionado, ilusionado y que he llegado a repetir infinidad de veces son “Los Tres Cerditos”, “El Gato con Botas”, “Pippa Mediaslargas” que la veía en la serie televisiva y me sorprendía con su ingenio. “el Gato con Botas”, que recuerdos todos estos cuentos, “Alicia en el País de las Maravillas”, que sorprendía por la creatividad, imaginación, originalidad, valores. “Blancanieves y los siete enanitos” otro entrañable y excepcional cuento.
ResponderEliminarOtros cuentos que también forman parte de mis recuerdos es “Pinocho” que nos enseñó las repercusiones que podía tener mentir y como el amor todo lo puede.
Además en mi infancia “La cenicienta” también me enseñó el incalculable valor de tener un buen corazón, de dar sin esperar nada a cambio, de valorar a las personas por su interior y no por su apariencia. Este entrañable cuento donde los sueños se cumplen siempre me ha encantado. En casa de mis padres también tengo “Alí Babá y los 40 ladrones”, si hiciese un poco de memoria seguro que recordaría las palabras mágicas. Cuántos recuerdos entrañables.
Son cuentos que transmitiremos a nuestros hijos y nietos…y aún nos emocionaremos al hacerlo, al revivirlos y al volver a adentrarnos en ese mundo mágico.
En el colegio me hicieron leer “Marcelino Pan y Vino” y realmente me encantó la historia y las aventuras de este entrañable huérfano que conquistaba el corazón de todo aquel que lo leía.
Gracias a esta ventana mágica he retrocedido en el tiempo, he revivido momentos maravillosos, he experimentado sensaciones de alegría, gozo y nostalgia. Son experiencias constructivas, que activan la fantasía, forjan la creatividad y te hacen proyectar un mundo lleno de valores, ilusiones, amor y ternura.
Un saludo a todos los que habéis abierto el baúl de los recuerdos, os habéis detenido en los cuentos de nuestra niñez y os habéis emocionado.
MATT (Unir)
¡Que sorpresa me he llevado al ver a "Pinocho" y "Garbancito"! A mi madre le encantaba contarnos el cuento de "Garbancito" a mi hermana y a mí y también "Dumbo, el elefante volador".
ResponderEliminarEn casa siempre he escuchado hablar sobre estas istorias, pero pensaba que eran novelas "jóvenes", nunca imaginé que eran de los años 50.
Me parece admirable, que un cuento escrito hace tantos años siga siendo conocido hoy en día y además guste a los niños y niñas de hoy.
Y más admirable me parece aun que alguien se encargue de hacer un blog que nos devuelve la ilusión y nos hace revivir nuestra infancia...
¡Te felicito por el blog!
Elisabet UNIR
¡¡Enhorabuena por el blog!! Qué gozada volver a recordar libros que leímos o escuchamos en nuestra infancia y poder también acercarnos a algunos clásicos de la literatura infantil desconocidos para mí.
ResponderEliminarEn primer lugar me han llamado la atención los cuentos infantiles tradicionales que trabajan los valores, hoy en día tan necesarios en nuestra sociedad, como la amistad, la confianza, la generosidad, el respeto, la sinceridad, la superación, el trabajo en equipo, el cuidado de la naturaleza, el perdón, la paz, etc. Este tipo de cuentos son esenciales para el desarrollo de los niños porque educar en valores les ayuda a convivir mejor y a sentirse bien en el ambiente en que se encuentran. Los padres y profesores deberían utilizar este tipo de cuentos para que los niños asimilaran de una forma más rápida y práctica el verdadero significado de cada valor. Los cuentos tienen la capacidad educativa de transmitir valores que llegan al niño de la mano de algunos personajes como los 3 cerditos, que trabaja la importancia de trabajar bien, la tortuga y la liebre que destaca que la constancia y el esfuerzo merecen la pena, caperucita roja nos enseña a ser obedientes, Pedro y el lobo trabaja la sinceridad, el patito feo trabaja la sensibilidad y la diversidad cultural, etc.
En segundo lugar me ha hecho mucha ilusión recordar aquellos discos de vinilo de cuentos que heredé de mis hermanos mayores. Me ha llamado la atención las postales audio-cuentos que se regalaban a los niños y la costumbre ya perdida y suplantada hoy en día por la televisión de escuchar cuentos a la hora de cenar o antes de dormir. El que los padres lean cuentos a sus hijos antes de dormir hace que los niños se sientan especiales y se cree un fuerte vínculo con el progenitor que hace que se sientan fuertes e importantes. No podemos dejar que la televisión o el cansancio nos roben unos minutos irrepetibles e imborrables para nuestros hijos y para nosotros antes de dormir y disfrutar con ellos de la literatura infantil.
En el trabajo en el aula deberíamos incidir en que los niños escuchen audio cuentos, en ellos podemos trabajar la discriminación auditiva de sonidos ambientales tan necesarios para aprender una lengua, la atención, la imaginación, la compresión lectora, la capacidad de recordar lo que se escucha, etc. La utilización de audio cuentos es muy eficaz para contrarrestar la falta de atención que sufren muchos niños actualmente, provocada por vivir en un mundo con tantos sobreestímulos visuales, además acercan al niño a la literatura.
Y por último, me ha traído muchos recuerdos las Historias de Celia de la escritora Elena Fortún con las cuales disfruté mucho cuando era pequeña cuando mi hermana mayor me las leía y una vez que yo pude leerlas y ya tenía la edad de Celia pude compararme con ella y vivir mediante mi imaginación sus aventuras. Los niños que leíamos a Celia nos identificábamos con ella tanto que entendíamos el mundo como ella lo entendía y cuestionábamos a los mayores porque no los entendíamos. Incluso llegó a ser nuestra amiga imaginaria, queríamos tener un hermano que se llamara Cuchifritín, meter un burrito en casa, hacer travesuras en el colegio, etc.
Como conclusión creo que los cuentos aportan muchos beneficios en la educación del niño y en la vida familiar. La mejor manera de educar a los niños es trabajar con ellos a través de los cuentos.
Beatriz Sanz Parrilla (UNIR)
Hola, antes de nada felicitarte por tu blog y por traer a este espacio tantos recuerdos para niños y mayores.
ResponderEliminarAl mirar esta entrada y en concreto “La cabaña del tío Tom” (Colección Historias, Barcelona: Bruguera, 2ª ed., Agosto 1957), recuerdo cosas que mi madre nos cuenta de su infancia. Siempre nos dice que uno de los regalos que más ilusión le hacía eran dos tomos de esta colección que recibía cada año: uno en su cumpleaños y otro en Reyes.Al preguntar a mi madre por títulos me ha nombrado entre otros “Mujercitas”, “Hombrecitos”, “Dos años de vacaciones”, “La cabaña del Tío Tom” (por cierto, este libro en concreto de esta colección, me lo leí hace mucho tiempo y es precioso), “Aventuras de Tom Sawyer” etc. Yo he podido ver alguno de estos libros en casa de mis abuelos, son libros para niños a partir de 8 años diría yo porque tienen mucho texto, y se acompañan de ilustraciones en blanco y negro que nos van mostrando lo más representativo de la historia, haciéndolos a sí más atractivos para los pequeños lectores. La mayoría de ellos, además son obras de autores muy conocidos: Julio Verne, Louis May Alcott, Mark Twain etc. Con los que los niños podían y pueden empezar a familiarizarse con buena literatura.
Por otra parte al abarcar distintos temas hacían vivir aventuras, comprender la importancia de la familia, resaltar distintos valores como la amistad, la justicia, la solidaridad etc.
No estoy segura si siguen publicándose, ¿lo sabéis?, ahora al hablar del tema con mi madre le ha entrado morriña y me gustaría regalarle alguno de los que más le gustaron y que ya no tiene. Sé que como ella muchos niños gozaron con esas historias y se aficionaron con ellas a la lectura.
Rosa Rodríguez Millanes (Unir).
Hola Ana María.
ResponderEliminar¡Qué gran trabajo! Me ha sorprendido gratamente la gran recopilación de libros que hay en tu blog. Es una gran herramienta para futuros maestros como yo poder contar con ella, ya está entre mis favoritos.
Ojeando esta sección de historia he recordado grandes libros de mi niñez; “El patito feo”, “El gato con botas”, “La dama y el vagabundo”, etc., y me he dado cuenta que pertenecen a las épocas más antiguas. Creo que se demuestra la importancia de la divulgación de los clásicos en tiempos actuales para que no queden en el olvido. Grandes autores e ilustradores hacen un gran trabajo recopilando y “transformando” las viejas versiones para conseguir nuevas y frescas obras para los nuevos lectores.
Pero gente como tú, Ana María, no deja que los grandes clásicos se queden en las estanterías ya que nos recuerdas que están ahí para utilizarlos siempre que los necesitemos. Si nosotros las seguimos recordando con tanto cariño es porque nos marcaron cuando éramos niños, por ello debemos seguir con su divulgación en las nuevas generaciones de lectores.
Gracias por compartir tan gran herramienta.
Mª Teresa Roig.
Hola Ana María,
ResponderEliminarLa verdad es que no podría decir cuál de todos los apartados que en este blog encontramos me ha resultado más interesante. Lo que si puedo decir es que me ha gustado mucho ver todos y cada uno de los apartados ya que me a evocado muy buenos recuerdos. Además, me ha gustado poder ver otros apartados que no conocía y aprender de ellos.
En el primer apartado que me he parado ha sido en el de los anos 70. Quizás por el título o porque es una fecha que me trae a la memoria buenos recuerdos.
Aparte, me ha gustado mucho ver que hay cuentos que continúan a lo largo de los años. Cuentos tales como los “Cuentos de Perrault” o “Los mejores cuentos de los hermanos Grimm”, “El gato con botas”, “Marcelino pan y vino”…
Finalmente, ni que decir tiene “Pippa Mediaslargas”. Que en mi época se llamaba Pipi Calzaslargas. Cuánto me ha gustado ver ese apartado.
Pero además de “Pippa”, que me recuerda mis buenos momentos infantiles, he de decir que un libro que me marcó fue el de “la cabaña del Tío Tom”. Me viene a la memoria el pequeño libro que me regalaron y el trote que le di.
Muchas gracias por este trabajo maravilloso.
Que gran recopilación de libros, álbumes y demás. Es de agradecer conocer de donde provienen esas historias que nos han marcado tanto de pequeños. En especial, y sin duda, me ha hecho mucha gracia ver que Pipi Calzaslargas ya existía en los años 60, aunque se llamaba, Pippa Mediaslargas. Yo soy de los años 80, y recuerdo que cada domingo, mis dos hermanos y yo, disfrutábamos viendo los episodios de Pipi Calzaslargas. Como bien dices, se trataba de una niña rebelde, con una desorganización en su vida sumamente importante, es por tanto que me resulta impactante que a los años 60 ya existiera esta historia, ya que a diferencia de la actualidad, la mayoría de familias eran bastante extensas. La gente estaba acostumbrada a vivir con sus padres, abuelos e incluso tíos. Los niños siempre estaban acompañados y se criaban con la ayuda de todos. El poder ver como una niña vivía con una caballo y con su amigo Nilson, un mono, era lo que a todos los espectadores nos atraía. Sin horarios, normas, límites... Es de extrañar que no se considerara un mal ejemplo para la sociedad, como bien comentas. Pero no fue así.
ResponderEliminarCreo que esta niña nos ha marcado a todos. Se puede comprobar, que hoy en día la gente se sigue disfrazando, de ella, en los carnavales. Creo que nunca la olvidaremos.
¡Enhorabuena por el ilustrador y por el gran trabajo que han hecho al recopilar todas esas historias que algún día de nuestras vidas nos marcaron tanto y que nunca olvidaremos!
Gracias
Helena Fernández Ujados:
ResponderEliminarEs todo un descubrimiento éste blog!! Muchas gracias..
Al leer esta entrada sobre los años 70.. en segundos, tal como nos trasladan los olores a otros tiempos y otros lugares, me he encontrado en la biblioteca de mi colegio de primaria, el Pintor Rosales.. recuerdo muchos recreos de comedor dentro de aquella biblioteca, sumidos entre los libros… al principio entrábamos, porque era el único lugar donde podíamos estar sin pasar frío en los largos recreos de invierno.. sin embargo, poco a poco, íbamos enganchándonos a la lectura.. recuerdo perfectamente el libro del “El viaje de nunca acabar” y el de “Historia de un erizo” ilustrado por Asun Banzola..
Además me resultan especialmente entrañables, pues mi madre es ilustradora de cuentos, amiga de Asun Banzola.. y toda mi infancia ha girado en torno al color, la imagen, las acuarelas y los dibujos de los cuentos de niños…
Me gustaría que se reeditasen muchos de éstos libros, tengo hijos.. y aunque hoy en día existen libros infantiles muy bonitos, éstos otros, destacaban por su sencillez, inocencia, creatividad… y trasladaban de una forma muy sutil valores despertando la sensibilidad de los niños.
Estupenda recopilación de buenos cuentos infantiles, con muy agradables ilustraciones.. Hay cosas por las que no pasa el tiempo.. Ojalá existan hoy en día muchos otros libros que lleven a los padres y a los niños a disfrutar y compartir la lectura .. pues nos hace viajar a momentos maravillosos.. viajes comunes que pueden hacerse desde esas edades.. y que brindan a los niños herramientas para futuros descubrimientos y placeres a través de la lectura…
María García Tejero:
ResponderEliminarMe ha sorprendido gratamente encontrar esta versión de El Quijote. ¡Que acertado acercar a los niños a las grandes obras de nuestra literatura! Las ilustraciones que nos muestras están llenas de detalles, lo que sin duda ayudaría a los pequeños lectores de la época a meterse en la piel del hidalgo, a vivir mejor la historia.
Los discos de cuentos son también una gran idea, ya que el niño puede seguir el libro al mismo tiempo que lo escucha, lo que mejorará tanto su velocidad lectora como su capacidad de representación (cuando sea él quien narre la historia para otro). A fin de "cuentas", los "cuentos" son para ser "contados".
Gracias por mostrarnos como hay historias que logran permanecer inalterables en el tiempo, mantenerse frescas, lo que sin duda es un pequeño sosiego en este mundo tecnológico tan cambiante. Me doy cuenta de que la mayoría podrían ser rescatadas para la enseñanza de hoy.
Buenas tardes,
ResponderEliminarLo primero de todo quiero no solo felicitarte por este gran blog, sino también reconocer y apoyar el gran esfuerzo y tiempo que lleva realizar un blog tan completo y útil para todos, ya que nos das unos conocimientos y experiencias que son muy útiles para nuestra inmersión dentro de la literatura infantil y juvenil.
Me ha encantado esta publicación por varios motivos, pero lo que más me ha gustado y también recordado ha sido el disco de pinocho y al piedra mágica. No solo porque sea un cuento clásico en un formato diferente que gusta a los niños (al menos a mí me gustaba), sino porque echando un vistazo en la biblioteca de mis abuelos hace unos años, encontré algunos de los cuentos y discos que utilizaban mi madre y mis tíos, entre ellos estaban algunos de pinocho. Y al leer esta entrada se me han venido a la mente, y ha sido una sensación muy agradable.
La verdad es que todos los cuentos antiguos, ya sean clásicos que perdurarán en la cultura popular por mucho tiempo, o cuentos no tan conocidos, me transmiten unas buenas vibraciones que los nuevos no lo hacen. No sé si será por el tipo de ilustraciones, su olor tan peculiar, o por el envejecimiento de sus hojas, pero lo que se seguro es que cuando tenga hijos, sobrinos o una clase propia en una escuela utilizaré estos libros para transmitir esas ideas, valores y sentimientos que me transmiten a mí.
Espero poder seguir visitando este blog y encontrar cosas tan interesantes como esta cada vez.
Gracias, Ignacio Viadero Jorganes.
Personalmente, no conocía de la existencia de este blog, hasta que nuestra profesora de Didáctica de la Literatura de Infantil y Juvenil, xxx, nos dio el enlace; debo decir que me ha gustado y he sentido como me transportada a un mundo, no voy a decir olvidado, pero si voy a decir que estaba escondido en mi memoria, y que me ha gustado el encuentro. De todos modos, desde un punto de vista adulto, y analizando ciertos aspectos de esos personajes tan queridos pr nosotros, nos damos cuenta de que hay mensajes ocultos, que de niño no llegamos a interpretar, o al menos a mi me pasaba. Viendo el video el de patito feo me he dado cuenta en la discriminación que se hace al ser “diferente” de los demás, menos mal que la historia tiene un final feliz y que el patito feo encuentra a su verdadera familia, que es realmente lo que el niño ansía cuando está leyendo o viendo la historia.
ResponderEliminarSin darme cuenta, he sido leyendo comentarios y tengo que decir que te pica la curiosidad, te llama el recuerdo y pasas horas sin darte cuenta navegando en el blog. Mis felicitaciones.
Saludos y gracias por esos buenos recuerdos y esos momentos de relax que me ha dado leerlo.
María.
Sigo enganchada al blog, y días después de haber hecho mi primer comentario en el mismo, me animo con el segundo.
ResponderEliminarA mi me ha ocurrido igual que a Rosa Rodríguez, y es que tuve curiosidad por saber si podía conseguir, no comprar, pero si ver o tener, cerca algún ejemplar de Pippa Medias largas, pero no he podido conseguirlo; sé que vivo en un pueblo pequeño, y que quizás me iba a ser complicado, pero al menos tenía que intentarlo, me acerqué a la biblioteca municipal y nada, me acerqué a la librería de casa y nada, me acerqué a otras librerías cercanas de mi zona y nada, y es que me vuelvo a dar cuenta que vivir en un pueblo tiene ciertos inconvenientes.
Rosa quizás tengamos suerte y encontremos alguno.
María.
Magnífica recopilación de materiales infantiles. Pero, sin duda, siento especial debilidad por Pippi Langstrump.
ResponderEliminarEl personaje de Astrid Lindgren constituyó un formato de entretenimiento infantil pionero. Las historias de una niña que de la mano de un simio y un equino fue capaz de deslumbrar a los niños de la generación de los 80, entre los que se ubica un servidor.
A diferencia de otras tramas como Barrio Sésamo o Fraggle Rock, Pipi ofrece un soplo de aire fresco, una visión radicalmente diferente de la infancia. Y es que, pudiera pensarse que esta pelirroja de coletas tiesas ofrece una visión errónea de los modos de comportarse por la galopante carencia de una estructuración en las normas, la ausencia parental o la insultante autonomía con la que se desenvuelve a ojos de una sociedad todavía bastante encorsetada; lejos de este prisma, sus andanzas transmiten valores de gran calado como el amor a los animales, la amistad que escenifica en base a sus relaciones con otros niños, los hábitos autónomos impropios de tan temprana edad o la ruptura con ciertos convencionalismos.
Desde mi punto de vista, "Pipilota" ha sesgado el corazón de muchos de nosotros para bien. Recuerdo esta serie con cariño y espero poder ofrecerles una reposición a mis hijos para que ellos también puedan disfrutar de ella.
Gracias por estas compilaciones tan interesantes.
vaya comentario más pedante
EliminarEnhorabuena por el blog Ana María.
ResponderEliminarEn primer lugar me ha parecido un recorrido muy interesante por la literatura infantil y juvenil publicada en nuestro país desde los años 50, encontrando algunos personajes que casi había olvidado y me han ido sorprendiendo conforme avanzaba por las distintas entradas.
Lo que más me ha llamado la atención de la etiqueta Historia es que existían discos-postales que se utilizaban para felicitar los momentos especiales y que además se recortaban y podían ser oídos. Me parece una idea bastante original (tengo que confesar que he buscado en Google alguna empresa que ofreciera ese tipo de producto en la actualidad y también he encontrado artículos muy curiosos:
http://www.cdtarjeta.com/?gclid=CLzt8MyboKwCFSUhtAoda0sGbw).
Justificaré este comentario alegando que soy un economista que estudia magisterio.
Gracias por el blog.
Eduardo Moreno Tébar.
ResponderEliminarBuenas tardes, en primer lugar transmitir mi más sincera enhorabuena a todos aquellos que participan de forma activa en este genial blog. Me parece una herramienta extraordinaria para todos aquellos que de una manera u otra están involucrados en la formación del niño. Si bien me parecen interesantes todas las secciones, me gustaría señalar que ésta, dedicada al arte para niños, es especialmente ingeniosa. No solamente se cuenta una historia, sino que introduce al niño en el apasionante mundo del arte. Es un buen complemento disponer de este tipo de libros como anticipo a la hora de realizar una salida a un museo o al acercamiento a un artista determinado. De manera muy sutil y divertida aprendemos quién fue Vincent Van Gogh o qué aspecto tiene la Mona Lisa. Además ayuda al niño en su proceso de creación artística.
Un lenguaje sencillo, una temática interesante y buenas ilustraciones hacen de este tipo de libros un seguro de éxito.
Un cordial saludo.
Hola Ana Maria,
ResponderEliminarAnte todo quiero felicitarte de todo corazón, por el maravilloso trabajo que haces con este blog. No lo conocía, pero me ha entusiasmado. Estoy cursando el Grado de Maestro de Primaria en la UNIR y una de mis profesoras, a la cual se lo agradezco enormemente, nos lo ha recomendado.
Dando un paseo por él me ha hecho recordar mi infancia, son nuestros libros, con los que tanto reímos, lloramos y disfrutamos, pero está claro que eran otros años…
Creo que a nadie le cabe duda de que los tiempos han cambiado con la irrupción de las nuevas tecnologías de la información. Actualmente nuestros niños van con la consola y los videojuegos bajo el brazo, la verdad es que les cuesta bastante leer, si les das a escoger entre la consola o el libro la elección es fácil.
Pero yo me pregunto ¿Realmente tenemos una literatura infantil y juvenil de calidad?, a veces me da la sensación que todo se reduce a Gerónimo Stilton, Kika superbruja o Harry Potter. Ciertamente hoy en día la lectura se da en condiciones distintas y padres, docentes y las mismas editoriales debemos ser conscientes de ello, creo que es fundamental animarles a la lectura, no es un reto nada fácil, pero estoy segura que buscando libros apropiados a su edad y a sus necesidades podemos lograrlo.
Hay clásicos que nunca mueren, personalmente opino que por mucho que nuestra sociedad sea distinta, nuestros niños pueden igualmente disfrutar y aprender muchísimo con su lectura. Ahora mismo mi hijo mayor de nueve años, está leyendo en el colegio las aventuras de Tom Sawyer de Mark Twain, todo un clásico, sin lugar a dudas, y debo deciros que está enganchadísimo y disfrutando muchísimo, lo veo más animado que con cualquier Gerónimo Stilton que tenemos en la estantería.
La recopilación de clásicos del blog me ha parecido estupenda, cuántos recuerdos…: La isla del Tesoro de R.L. Stevenson, Pipi Calzaslargas, Marcelino Pan y vino o la Cabaña del Tío Tom de Harriet Beecher. Éste último fue uno de mis favoritos, me lo había leído un montón de veces, todo y que había llorado muchísimo con él me encantaba, hacía tiempo que no lo recordaba, creo que cuando vaya a de mis padres lo recuperaré de la librería…..
Gracias Ana Maria por tantos recuerdos, sigue con el blog, es fantástico.
Un abrazo
Nati Boliart
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ResponderEliminar¡Qué recuerdos me trae este blog! Enhorabuena Ana María por dedicar parte de tu tiempo a realizar estas pequeñas aportaciones que nos llenan de nostalgia.
ResponderEliminarDeberíamos preguntarnos por qué ¿no os parece? ¿Por qué nos ponemos tan melancólicos y pensamos, aunque solo sea por un instante, que antes sí que leíamos y aprendíamos? No sé. Sinceramente, no creo que la evolución que estamos sufriendo sea la más adecuada pedagógicamente hablando.
Los cuentos e historias de “antaño” tenían un mensaje, unos valores que transmitir, una magia… y ahora en cambio, si enseñamos a los niños de primaria estas historias seguro que nos llevaremos más una sorpresa desagradable con los comentarios e interpretaciones.
Están, o mejor dicho, los hemos acostumbrado a historias comerciales en las que la fantasía desborda cualquier mente humana. De hecho, y refiriéndome a una aportación anterior, ¿seguro que captan todos los detalles de Harry Potter la primera vez que lo leen? ¿Y hace falta un libro tan enorme (y conste que me quito el sombrero delante de este tipo de literatura), para captar la atención de los niños? ¿Y no es lamentable que debamos recurrir a complicados jeroglíficos, formatos retorcidos y cambios de letra para despertar la curiosidad de los más pequeños?
Diariamente leemos aportaciones en la red en cuanto a la necesidad de crear una literatura infantil y juvenil de calidad y de cantidad, pero quizás cuándo los adultos dejemos de vivir en el consumismo y en la apatía de valores empecemos a lograrlo.
Rocío Flores
En primer lugar, enhorabuena por este fantástico blog. Es una muestra más de que las nuevas tecnologías son una puerta abierta al saber y la cultura. Por medio de las herramientas actuales, este blog nos permite viajar en el tiempo y recordar aquellos grandes clásicos de la literatura infantil. Aunque considero que, pese a que los formatos cambien para adaptarse a los tiempos, son obras que siguen siendo actuales y que siguen siendo útiles para transmitir valores a nuestros pequeños.
ResponderEliminarMe llama la atención ver cómo ya en los años 50 se adaptaba la literatura, en este caso infantil, a los avances tecnológicos y progresos sociales de la época. Una muestra de ello son los formatos en disco y postales que nos recuerdas en esta entrada. Creo que sigue siendo la herramienta más útil que tenemos en nuestros días para acercar los grandes clásicos de la literatura a los más pequeños: presentárselos en un formato acorde al entorno social y tecnológico en el que están creciendo.
Gracias por el blog!
Mª José Corcobado.
Buenas tardes:
ResponderEliminarEn primer lugar muchas felicidades por este blog, es un espacio abierto en el que se puede compartir información, experiencias y diversas opiniones.Durante varios días he estado navegando en las diferentes secciones y me parece increíble el trabajo que se ha realizado.Muchos de los recursos que aquí aparecen nos pueden servir de mucha ayuda para nuestro futuro docente.
¡¡Cuantos recuerdos me ha traído el corto del Patito Feo!!! Un patito que se siente distinto a todo e intenta buscar su sitio...
Soy profesora en un colegio pequeño y la semana pasada vimos este pequeño corto, los niños conocían el cuento pero no habían tenido ocasión de verlo. Estuvimos hablando sobre los distintos valores del corto y fueron muy interesantes las conclusiones a las que llegamos.
Me he reído mucho porque en los años sesenta ya existía Pipi Calzaslargas, aunque se llamaba Pippa Mediaslargas.Resulta muy llamativo que en esos años ya existiera una niña tan rebelde y con esa vida tan desorganizada.
Gracias por el blog:
Un saludo
Bea
Hola Ana Maria,
ResponderEliminarAnte todo comentar que no conocía tu blog hasta que, a través de la Universidad UNIR me han dado ha conocer tu blog. La verdad, es que después de haber estado explorando e investigando por tu blog, me parece muy interesente, al igual que apasionante, el trabajo que estas realizando. La verdad es que este blog nos puede ayudar mucho para encontrar y aportar ideas, es decir, para intercambiar información sobre la literatura infantil
La mayoría de los libros que están expuestos los desconozco, pero cuando he llegado a las Ediciones antiguas de los años 50, me he emocionado. En este apartado he encontrado los libros de Pinocho, Ali Baba, Marcelino Pan y vino, los cuales me han hecho volver a recordar mi infancia.
En mi opinión son libros que se deberían de volver a repescar, con su versión original, ya que nos muestran una época y un contexto determinado. Por este motivo, estos cuentos nos pueden aportar unos valores diferentes a los que tenemos hoy en día y que también nos pueden servir para trabajarlos con los niños.
Algunos de estos libros han llegado al cine, pero a pesar de ello, pienso que como el cuento, no hay nada más. A través del cuento el niño puede imaginar, fantasear, etc con otro mundo imaginario, con lo cual también estaremos potenciando su creatividad, a parte de su comprensión, etc. También se pueden despertar otros tipos de sentimientos, etc.
En conclusión, pienso que no debemos de olvidar los cuentos del pasado, sino todo lo contrario, ya que permitirá a los niños tener otros puntos de vista y otras sensaciones diferentes a los que les aportan los libros actuales. Así, los cuentos tradicionales y los cuentos actuales, se deben de complementar.
Saludos,
No se si tras bucear por la historia de libros que han marcado mi niñez, corro el riesgo de caer en la nostalgia. Como cuando juego al parchís y ansiosa digo “me pillo el verde”, voy a escoger “El gato con botas”, aunque habría muchos más que me gustaría haber rescatado de mi memoria, porque todos y cada uno han tenido que ver en mi vida de niña, que al fin y al cabo tendrán que ver con mi vida de más mayor.
ResponderEliminarDe niña recuerdo manosear los libros una y otra vez. No tenía muchos, tal vez sería esa la razón, de abrir por en medio, por el final, por el principio o tal vez como el libro escogido, que era uno de mis favoritos.
No hace mucho mi madre tiraba el “tocadiscos”, un maletín que consistía en un altavoz por un lado y en la otra parte encajabas los discos. Cogía el disco, unas veces con más cuidado y otras con menos…uf!! Si recuerdo el escalofrío que me producía cuando la aguja rechinaba por mis prisas y empezaba el cuento. Cogía el librito a modo de pequeño cuento y trataba de leer mientras se escuchaba la lectura del mismo por el altavoz, porque ya sabía leer y me parecía increíble comprobar que lo que escuchaba era realmente lo que se decía en el cuento, pero claro había música y voces, lo que lo hacía diferente.
Me encantan los gatos, me han gustado todos los gatos de la historia de los cuentos y los dibujos animados, y el gato con botas fue mi primer gato. Era astuto y aprovechado, los que tenemos gatos lo sabemos, aunque esa reflexión se hizo realidad cuando mi gata Lula llego años más tarde, pues tenía muy pocos años cuando este gato fue el más real que tuve entre mis manos.
Me han gustado siempre los cuentos de aventuras, los que los protagonistas se alejaban de la realidad pero no se como me la hacían comprender mejor, donde había buenos y malos, malísimos que se lo hacían pasar realmente mal a las buenas gentes.
Leía y deseaba que la suerte acompañara a la persona más débil, porque deseabas un mundo justo. De hecho en todos los cuentos podíamos hacer una lectura de unos valores deseables en todos nosotros.
Y que decir de los dibujos, de las expresiones, de los colores, de los diálogos…si es que yo vivía las historias como mías y tan mías, porque he visto al gato con botas y lo he rescatado rápidamente de mi memoria, se había quedado en mi para siempre y yo no era muy consciente de ello.
Dicen que al cabo de los años recordamos lo que realmente ha tenido significado para nosotros. Quien me iba a decir que un gato con botas iba a ser importante en mi vida y que me trasladará de un brinco a mi niñez.
Felicidades por el blog!!
Carmen A.
Hola a todos
ResponderEliminarYo, como todos los que han intervenido hasta ahora, ratifico la excelente idea de realizar este blog recopilatorio de libros que han marcado diferentes épocas en la literatura infantil y juvenil. Pero no sólo eso, yo creo que es un buena e importante idea, algo muy necesario y me explico: a lo largo de la historia han existido obras de gran valor, que además han caracterizado una época, unos valores y una forma de pensar. Han divertido y han educado al mismo tiempo a todos los niños que los han leído a lo largo de los años. Actualmente la cantidad de materiales es infinita, las calidades, contenidos, ilustraciones, etc también. Nos parece que todo lo actual es mejor, más moderno, más llamativo, más apetecible y poco a poco, estos libros han ido desapareciendo de las estanterías de bibliotecas tanto públicas como privadas. Yo he sido testigo de cómo, por falta de espacio y de interés se han tirado a la basura muchos de estos manuscritos, concretamente de bibliotecas escolares, en lugar de donarlas para su conservación, como un pedacito de nuestra historia de fantasías, ilusiones y emociones, así como de la cultura que ha marcado una época, y me ha dolido. Pero ¡oh sorpresa!, resulta que muchos de esos "obsoletos" cuentos se siguen reeditando una y otra vez, y siguen gustando y entusiasmando, además, algunos de ellos tenían apoyo de audio, en formato de disco de vinilo y ahora nos parece "lo más" que los libros vengan con CD.No debemos olvidar el encanto de esas viejas ilustraciones, textura de papeles, viejas portadas y maquetaciones, son parte de nuestra vida y de nuestra historia.
Cuando he visto las cubiertas de algunos de estos libros en el blog, me han venido a la memoria muchos títulos de los que me leía mi abuela,los mismos colores, las mismas texturas, las mismas ilustraciones y he recordado hasta su olor a papel cerrado y he pensado ¿cómo huele un e-book?
Un saludo a todos y gracias por no dejar morir la historia.
Beatriz Arbilla
Xántipa Gutiérrez
ResponderEliminarEn primer lugar quiero felicitarte por la gran labor que estas desarrollando al mantener vigente el espíritu de la literatura infantil y juvenil, refrescándonos la memoria con estos libros tan valiosos como Pinocho, Alicia en el País de las maravillas, el patito feo, o Pipi calzas largas.
Viendo las portadas mi memoria se embarca en un viaje hacia el pasado.
No puedo decir que me hayan inculcado el amor a la lectura, pero surgió .En casa yo era el bicho raro que se encerraba en la habitación horas y horas leyendo novelas, cuentos o buscando información en la enciclopedia para realizar algún que otro trabajo escolar.
En la actualidad sigo en la misma línea, solo que los cuentos han dado paso a las novelas históricas, mi gran pasión.
Quiero destacar un dato que me parece interesante y es que a través de esta recopilación podemos hacernos una pequeña idea de qué valores eran los que predominaban en las diferentes décadas, ya que en los libros y cuentos quedan patentes la filosofía de vida de la sociedad en que se encuentran.
Si realizáramos un pequeño estudio sociológico a través de la literatura infantil y juvenil en un futuro, no solo podríamos recoger datos sobre los valores antes mencionados, además podríamos estudiar los diferentes formatos en los que se encontrarían publicados Dvd, vídeo, libro digital…
Podemos plantearnos mil y una preguntas sobre la literatura y de cómo ésta influye de alguna manera en la sociedad en la que se forma, ¿o es al revés? , ¿Acaso es la literatura la que influye en nuestra sociedad?
Dejo las preguntas en el aire y deseo que tú María continúes con esta estupenda labor.
Mi más sincera enhorabuena por este blog. Me habéis dado ideas para libros de lectura en infantil y el vídeo del patito feo, les ha encantado a mis alumnos.
ResponderEliminarUn saludo J. Damián Pulido Martín y gracias a Ignacio C. por recomendarmelo
Enhorabuena por el blog, en cada etiqueta del apartado historia me transportas hacía recuerdos de mi infancia que personalmente me evocan muy buenos momentos. En cada entrada podemos descubrir alguna historia que hemos escuchado o leído, ya sea como hijos, padres, alumnos, maestros o simplemente como lectores,…, cada una de las obras literarias ocupan un momento especial en mi vida. En todas las culturas se explican historias y curiosamente aquellas que hemos escuchado en nuestra infancia son las que reproducimos y transmitimos a lo largo del tiempo. Con la descubierta de este blog, he podido coger una perspectiva de mi relación con el mundo literario desde mis primeras edades, y he visto que ha ocupado muchos momentos buenos. Por ello quiero que este pequeño tesoro que ahora poseo se lo pueda legar también a mis dos hijas.
ResponderEliminarEn cada una de las etiquetas he encontrado alguna referencia que conocía, ya sea el autor, la película, tener el libro en casa, etc. Pero el que me ha llamado la atención y me ha hecho especial ilusión recordar son las obras incluidas en esta entrada de Ediciones antiguas: años 50. Quién no ha leído o visto La cabaña del Tío Tom, Alí Baba y los Cuarenta Ladrones, La Isla del Tesoro, Pinocho, Quijote de la Mancha, Marcelino Pan y Vino, Garbancito. ¡Que buenos recuerdos!
Lo sorprendente de todo ello es que son obras que perduran y perduraran en el tiempo por mucho que pasen los años y formarán parte de nuestra cultura y ayudarán a construir nuestra base literaria para convertirnos en futuros consumidores de buena literatura.
Precisamente en estos momentos mi hija de tres años está trabajando la historia de Garbancito en la escuela y me la cuenta y yo le cuento y miramos el cuento y cantamos la canción que canta Garbancito, es una manera maravillosa de leer y aproximarnos al mundo de la literatura y de transmisión de ciertos valores. Por ello es importante ya desde las primeras edades hacerles vivir los cuentos de manera mágica y creativa para construir en ellos el amor por la lectura.
El ver estas portadas me ha despertado cierta nostalgia y he ido en búsqueda de algunos de los títulos en casa de mis padres, en especial el de la Cabaña del Tío Tom y La Isla del Tesoro. Cuando he empezado ha hojear este último mis dos hijas han venido atraídas por la curiosidad de ver un libro nuevo y que no conocían. Pero pronto se han cansado ya que había mucha letra y los dibujos eran en blanco y negro, sin dejar de lado, pero, el interrogatorio de primer grado que me han hecho sobre cual había sido mi relación con el libro que estábamos mirando. No descarto que la pequeña biblioteca de libros, revistas y cómics que construimos a lo largo de nuestra infancia y adolescencia, mi hermana y yo, se convierta también en un gran tesoro en las manos de mis hijas.
De nuevo gracias por recopilar en tu blog aquellos libros que forman parte de nuestra historia y por lo tanto no dejar que caigan en el olvido.
Montse Pubill
En general, el blog me parece interesantísimo como índice y guía de lecturas de ayer, de hoy, de mañana, de siempre.
ResponderEliminarEn especial esta entrada me ha resultado muy curiosa porque aunque destaca ediciones antiguas de los años 50, prácticamente en mi infancia y juventud los leí todos, por lo que no puede haber mejor ejemplo que éste para destacar que la buena literatura es atemporal y que no entiende de modas.
Las canciones populares son las mismas que cantaba en mi infancia, “La Cabaña del Tío Tom” marcó un antes y un después en mi vida. Y soy de 1974.
Mientras existan personas, como en este blog, que desinteresadamente ofrezcan su conocimiento al servicio de otros, personas que mantengan viva la llama de la literatura que nos hizo vibrar de niños y mientras a su vez existan niños para darles de nuevo vida, los sueños, la fantasía y la imaginación no perecerán.
Patricia García (Unir)
¡Qué felicidad supone compartir el saber!, y quiero agradecer a Ana María por la labor tan altruista y apasionante que desarrolla con este blog, compartiendo su experiencia y sensibilidad literaria con nosotros.
EliminarEl descubrimiento del fascinante mundo de los Quijotes infantiles al que me ha llevado esta entrada no tiene precio. Y la increíble colección de la autora ha despertado mi sana envidia, y el propósito de iniciar una similar junto con mis hijos mayores. Me parece una aventura digna de Don Quijote salir en busca de viejos libros por las librerías de libro usado de Madrid, y aprovechar el momento para despertar en mis hijos el gusto por la buena literatura.
Como futura profesora también me parece una actividad interesante para desarrollar con los alumnos de primaria. Ir creando una colección de libros clásicos, para indagar y comparar las diferentes versiones, la selección de los capítulos, las ilustraciones, la información que nos proporciona de la época en la que fue editado, etc.
Ana Pérez-Muñoz
En primer lugar felicitarte por un blog maravilloso, es una gran idea recopilar grandes libros de la literatura infantil y juvenil.
ResponderEliminarMe ha llamado mucho la atención que en los años 50 ya se utilizasen formatos como el audiocuento y el comic. Siempre he pensado que eran más modernos, al menos en España. Ver El Quijote en versión comic ha sido toda una sorpresa. En mi infancia disfrute mucho de los audiocuentos, tenía una pequeña colección, hasta el punto de llegar a rayar algunas de las cintas. Desde entonces me aficioné mucho a la lectura y hoy es mi gran hobby.
Mil gracias por el blog.
Aitziber Ortega
Después de haber estado viendo con notable admiración las distintas entradas que aparecen en este blog de “El cocodrilo azul”, me decanto por “Ediciones antiguas: años 50”.
ResponderEliminarLa razón de escoger esta parte concreta del blog, es porque me ha permitido ver qué tipo de cuentos, historias, ilustraciones e incluso canciones tenían a su alcance mis padres durante su infancia. Ha sido muy grato el recordar historias como “Don Quijote de la Mancha” adaptado para niños, “La isla del tesoro”, “La cabaña del tío Tom”, “Pinocho y la piedra mágica”, “Alí Babá y los Cuarenta Ladrones” o incluso distintas canciones infantiles (“El patio de mi casa”, “Cucú cantaba la rana”,…), sobre todo por el hecho de que son cuentos y narraciones que recuerdo yo también de mi propia infancia.
Este hecho me ha hecho recordar la importancia de la transmisión de los cuentos e historias tradicionales, tanto por vía oral como en papel; cuentos que por lo general tienen una moraleja o un papel de enseñanza de valores que cumplen a la perfección.
Creo que el hecho de que en nuestra infancia hayamos podido disfrutar de narraciones y de canciones de las que también disfrutaron nuestros padres, marca una diferencia en el sentido de que es como si el tiempo para la literatura no pasara; es una muestra de que la literatura no tiene fecha de caducidad. Por eso opino que está en nuestras manos como docentes (y también como padres), el seguir haciendo que siga siendo así. Es bueno que surjan nuevos títulos, nuevas narraciones, nuevas canciones, pero también considero importante que sigan vivas las historias de siempre.
Durante las prácticas que realicé con alumnos de 3 años hace unos meses, tuve el placer de seguir comprobando que los cuentos clásicos, los cuentos de toda la vida siguen cautivando a los niños. Había muchos niños que no los habían visto nunca, pero sus caras y su notable atención hacia los mismos, nos dejaron muy patente que los cuentos y narraciones pueden tener una vida infinita; hay que recurrir a ellos y hay que mostrárselos a los niños para que sepan que están ahí para su disfrute.
Por eso mismo, creo que este blog y en particular esta parte, es un gran ejemplo de que la literatura tiene vida desde hace muchos años; que hay grandes títulos y grandes autores al alcance de los niños y no tan niños que pueden ser de reciente difusión, pero que también los hay no tan recientes y que están a nuestra disposición.
Muchas gracias por el blog y enhorabuena por él,
Beatriz Gomis (UNIR)
En primer lugar, me gustaría felicitarte por la gran labor de recopilación que haces en tu blog. No conocía este blog y encontrarme con él ha sido una gran experiencia. Estoy segura de que volveré a él tanto por disfrute personal como para buscar materiales para mis alumnos en la clase de literatura.
ResponderEliminarDe todas las entradas he decidido comentar esta ya que me ha evocado recuerdos que tenía perdidos en la memoria. Aquellas noches en las que mis padres me ponían un CD con un cuento para que lo escuchara mientras me iba a dormir hasta que finalmente me quedaba dormida. Si era navidad, o se acercaba esta fecha, el cuento era sustituido por un CD de villancicos.
También me han parecido muy interesantes las tarjetas postales que se recortaban y luego se podían escuchar. Yo no sabía que existían, pero como he podido ver en este blog, eran comunes. Me parece una gran idea ya que, como bien dice en alguna entrada, el correo es visto por los niños como algo de mayores, y que les llegue una postal y que además puedan escuchar un cuento con ella, es un regalo doblemente gratificante.
Muchas gracias por mostrarnos la literatura de esta manera y por mostrarnos este blog tan interesante y tan ameno para todas aquellas personas que disfrutan con la literatura y para aquellas que disfrutamos haciéndosela llegar a los niños.
Ana Segura Lucas
Este blog es precioso y lo mejor es que sirve de gran ayuda para encontrar libros e historias para que lean nuestros niños.
ResponderEliminarMe ha llamado la atención los post de ediciones antiguas. Sobre todo este de los años 50, no sabía que estos libros nacieron en esta época pensaba que eran más nuevos, porque yo los leía de pequeña, en los 90, vamos no hace mucho. Esto demuestra la gran fascinación que transmiten estos libros y lo que es capaz de perdurar en el tiempo historias como la de Pinocho o Garbancito, historias de la infancia de muchos que ahora somos adultos y de niños de ahora. Pues aún veo en las librerías y bibliotecas este tipo de cuentos en versiones un poco más nuevas pero con la misma esencia y que transmiten los mismos valores. De hecho, hace poco una amiga compró la versión adaptada en inglés para niños de “Ali Babá y los Cuarenta Ladrones”.
Y es que todos y cada uno de los que aquí se mencionan están en mi memoria y en la de mis hermanos, mis amigos, etc. ¿Quién no ha leído de pequeño La Isla del Tesoro o Marcelino Pan y Vino?
Gracias Ana María por hacerme recordar momentos tan buenos de mi infancia. Con este mundo que cambia tan deprisa alegra ver que hay cosas que no cambian, que siempre han estado ahí proporcionando buenos momentos.
De nuevo me decidí por las ediciones antiguas, esta vez de los años 50 una recopilación que me ha encantado, desde el Quijote hasta cuentos como Pinocho.
ResponderEliminarEn el caso del Quijote pienso que es un libro con el que hay que tener cuidado, ya que yo aún recuerdo cuando lo leí y lo poco y cansado que me pareció, además de no entenderlo demasiado bien. Después de unos años lo leí de nuevo para hacer un trabajo y aún recuerdo lo divertido que me pareció Don Quijote que estaba sumido en su mundo de aventuras, una lectura fantástica.
Me volví a imaginar leyendo Ali babá y los cuarenta ladrones, esta entrada me volvió a recordar algo que estaba perdido en mi mente que grato recuerdo, lo mismo me ocurre con la isla del tesoro.
Los discos de cuentos y canciones infantiles, me hace recordar mis cintas de música y los cuentos que escuchaba en el caset cuando llegaba el fin de semana o cuando no quería ver la televisión, tenía las cintas tan escuchadas que creo que las podía recitar de memoria, uno de ellos era Alí Babá y los cuarenta ladrones, sin embargo creo que esto no me ocurrió con Pinocho que siempre lo vi en película.
Muy buena recopilación para aportarnos ideas y recordarnos de nuevo aquellos cuentos que incluso ya no recordábamos como antes.
Esther Navas Perulero
2º Ed. Infantil (UAM)
Es un detalle que cuentos antiguos como “Marcelino Pan y Vino” o “Don Quijote de la Mancha” no se pierdan en el pasado y lleguen a las actuales y futuras generaciones. Hay historias como éstas que no deben perderse nunca, y es cierto que estas pueden pasar de forma oral de padres a hijos, pero esta forma de relatar la historia pierde la magia que se esconde en los libros.
ResponderEliminarANA GARCÍA SEVILLA
2º MAGISTERIO INFANTIL UAM
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