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sábado, 31 de julio de 2010

Toros


Munro Leaf: Ferdinando el Toro, Salamanca, Lóguez, 5ª ed.,1994, traduc. de Jacqueline Ruzafa.
El escritor estadounidense Munro Leaf (1905-1976), publicó en 1936 la historia de un toro que se deleita pastando y contemplando el paisaje y las flores. Esta obra bastante polémica, quizás por mal interpretada, fue llevada al cine en 1938 por Walt Disney: Ferdinand the Bull. A España llegó en 1984 de la mano de Lóguez. La última edición es de la editorial Everest, León, 2008.
La única pega que le veo a la edición que aquí presento y que no sé si se habrá corregido porque no he visto la edición de Everest, (ya que el dato de la última edición lo he buscado en el ISBN), es que en la traducción se pone matador, en lugar de torero y trapo en lugar de capote. Creo que hay que llamar a las cosas por su nombre, y yo que enseño español a muchos extranjeros, no hago más que corregir lo de matador y enseñar la palabra torero y por cierto, también capote.
En cualquier caso, es un delicioso libro en el que aparece el lado más tierno del toro bravo, haciéndolo simpático a los lectores.


Antonio Ferres: El Torito Negro, ilus. de Concha F. Montesinos, Ed. Gadir, Madrid, 2005

Antonio Ferrres,escritor español nacido en 1924 perteneciente a la generación del 50,publica en 2005, de la mano de la editorial Gadir, esta obra teatral infantil cargada de simbolismo y con reminiscencias lorquianas indudables, hasta el punto de que las ilustraciones, a mi juicio sensacionales para dicho texto, están hechas por Concha Fenández Montesinos, sobrina del poeta.

Hay que tener en cuenta que en el imaginario animal de la literatura infantil ocupan un lugar relevante los animales más feroces y salvajes que se humanizan precisamente para transmitir valores positivos. Los niños se identifican con osos, elefantes, leones, tigres y dinosaurios. Quizás faltaba el toro bravo y en ese sentido estas dos obras rinden tributo a este noble animal.

Espero que al ver el toro en la portada no se confundan y, sin leerlos, retiren ambos libros de las librerías. Son libros que recomiendo leer por su belleza y ternura y que gustarán y deleitarán a los pequeños. Seguramente habrá más libros infantiles con toros bravos, no he podido constatarlo, pero no quería dejar de traer precisamente ahora, estas dos magníficas obras.

miércoles, 28 de julio de 2010

Beatrix Potter

Hace unos días pasé un rato muy agradable ante la TV con una película que no pude ver en su momento, en concreto Miss Potter, dirigida por Chris Noonan (2006) y protagonizada por Renée Zellwegger. Es un drama romántico que narra la vida de una de las autoras más importantes de la literatura infantil.

Beatrix Potter nació el 28 de julio de 1866 en Kensington (Londres). Beatrix adoraba la naturaleza y pasar las vacaciones en Escocia. No pudo ser estudiante en los Reales Jardines Botánicos de Kew porque era mujer, ni leer algunos trabajos importantes en Micología, por la misma razón.
Al margen de estas anécdotas y de su rebeldía para contraer matrimoino con los pretendientes que le presentaban sus padres, Beatrix se abrió camino con los cuentos de Peter Rabbit y sus amigos.



Una de las aportaciones de la autora es la novedad del formato de sus libros. Los hizo pequeños para que se pudieran llevar en los bolsillos de los delantales que se ponían para jugar y para que los más pequeños, los pudieran manejar con facilidad.
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En 1902 consiguió publicar The Tale of Peter Rabbit (El cuento de Perico, el conejo travieso), . En España los libros han sido editados por Debate y también por Beascoa.
Obtuvo un gran éxito con sus publicaciones y pudo invertir su dinero en una granja en Lake District, donde se instaló definitivamente. Siguió adquiriendo granjas de los alrededores con el fin de mantener la actividad granjera y evitar que aquellas tierras fueran urbanizadas.
Beatrix Potter murió en Near and Far Sawrey (Cumbria) en 1943 dejando un doble legado, sus libros (texto e ilustración) y un paraje natural preservado para siempre.

sábado, 24 de julio de 2010

Sobre la fantasía

Lectura y fantasía
La fantasía abre puertas que permiten salir a explorar otros mundos para entender mejor lo cotidiano. Hay quienes sólo la ven como pura evasión,lícita por cierto, pero quedarse únicamente ahí es superficial.
Hablar de fantasía es entrar en el mundo que puede dar la llave de comprensión del mundo real.
Si buscamos el significado de la palabra en el diccionario María Moliner, éste nos remite a la etimología: Lat. phantasia derivado del griego phantazo, brillar y como primera acepción imaginación creadora, o sea, facultad de la mente para representarse cosas inexistentes; particularmente para inventar seres y sucesos y crear obras literarias y de arte.
Si tomamos la palabra inventar ya estamos de pleno en el mundo del niño que constantemente inventa, crea juegos, aventuras e historias, para dar razón de lo que vive o de lo que sucede a su alrededor. En el niño la imaginación se desborda tempranamente, siendo la razón del adulto la que circunscribe y juzga sus creaciones, pareciéndonos con frecuencia inverosímiles porque no responden a la realidad, pero ¿a qué realidad?

La ficción está emparentada con el juego, responde a una necesidad profunda del niño, la de no contentarse con su propia vida, la de ir más allá. En la imaginación del niño el sueño se mezcla con la realidad de forma natural y juega con las palabras cargándolas de vida y de nuevos significados. Los cuentos desarrollan en él la necesidad de lo insólito y el libro se convierte en una especie de segunda vida, como los sueños, pero duraderos porque se leen y se repiten y así “me represento y me creo” despertando un mundo interior en el que lo imaginario será el motor de lo real, obligándolo a progresar.
Según Jacqueline Held en su obra Los niños y la literatura fantástica, lo fantástico nace de la elección gratuita de alguien, el autor en el caso de un libro; es por esencia lo subjetivo, lo que le es propio, particular a esa persona, en ese momento, entonces ¿cómo se comunica?, ¿cómo se comunica la fantasía de una persona con la de todos? Tanto el adulto como el niño, tendrán una profunda necesidad de lo fantástico, ¿por qué?

Lo irreal de lo fantástico ¿es de verdad irreal?, lo fantástico ¿nos conmovería?, ¿encontraría lectores una obra fantástica si no reuniera las aspiraciones, las necesidades, las experiencias que llevamos en nosotros en diverso grado, oscuras y semiignoradas, pero sin embargo reales?

El relato fantástico reúne, materializa y traduce el mundo de los deseos: compartir la vida animal, hacerse invisible, cambiar de talla, volar, dominar a un ser más grande, o sea, cambiar el universo a voluntad. Traduce los sueños humanos. A menudo los sueños han sido retomados por la ciencia posibilitándolos y los relatos han tenido una base científica para construirse.
Lo fantástico no existe sino en relación a una realidad “no fantástica”; se acerca a una realidad psíquica, porque ¿existe lo real en estado bruto? La realidad ¿es como es, o como se percibe?
De lo que cada uno percibe, recorta su propio universo y así segrega su realidad; por eso parte de mi realidad puede convertirse para otros en fantasía. Por otro lado, mi sentido de lo fantástico es, curiosamente, real.

La esencia de lo fantástico reside en todo caso en un cierto clima en el que sueño y realidad se interpretan entre sí hasta el punto en que toda línea de demarcación desaparece. Esto lo vemos claramente en la obra ya clásica de Maurice Sendak, Donde viven los monstruos.


Lo fantástico no está fijado de una vez para siempre, ni es intangible, sino que vive y se transforma al ritmo de los descubrimientos y preocupaciones del ser humano. Lo fantástico es pues, función tanto de los conocimientos como de la demanda de un cierto tipo de sociedad.

Es imposible definir lo fantástico de forma unívoca. El ensayista francés Bernard Epin dice en su estudio sobre la elección de libros para niños: Todos los géneros son portadores de lo imaginario para quien sepa hacerlo surgir.
Ahora bien, ¿existe lo fantástico puro? en tal caso representaría lo desconocido de tal modo que resultaría extraño por no tener ningún punto de contacto con la realidad.

Etapas lectoras y fantasía
De 2 a 6 años
Etapa animista
personificación de los animales y de los elementos de la naturaleza.
Fantasía lúdica y auditiva que asume los recursos onomatopéyicos del lenguaje.

De 6 a 8 años
Etapa imaginativa
Fantasía lúdica y sugerente
Lenguaje afectivo y poético
Importancia de las ilustraciones
Identificación del lector con los personajes

De 9 a 12 años
Etapa fantástico-realista

Aparecen los deseos y el miedo
Búsqueda de acción dinámica
Importancia del humor
Mezcla de realidad y fantasía

Obras fantásticas
1-Relatos maravillosos o cuentos de hadas
: Son narraciones que suceden en un mundo donde el encantamiento y la magia son normales. Su lectura produce asombro.
El marco de referencia son Las mil y una noches. Para niños pequeños hay innumerables adaptaciones de Los tres cerditos, Caperucita, Hansel y Gretel, Blancanieves, La bella durmiente y la Cenicienta, por ejemplo.
En novela el ejemplo más sólido y elaborado de este tipo de relatos serían las novelas de Tolkien, El Hobbit y El señor de los anillos, las Crónicas de Narnia de C.S. Lewis y Harry Potter, de J.K. Rowling, por ejemplo.

El cuento de todas las épocas, y Tolkien
lo subraya cuando habla de los cuentos de hadas, tiene como función responder a los deseos del hombre. Es la expresión y la prolongación del deseo humano de felicidad, busca en él la alegría de ser, de vivir, de luchar contra los obstáculos, de ganarse la vida. El ser humano, a fuerza de soñar porque está insatisfecho, inventa, crea y lucha por cambiar el mundo.

Paul Valéry decía que Los mitos son el alma de nuestras acciones… No podemos actuar sino moviéndonos hacia un fantasma… Sueño como motor constante de lo real”… Ya Cervantes creó a Don Quijote, moviéndose en estos parámetros, no hay mejor exponente literario de la lucha por conquistar un ideal. Y Julio Verne escribe: Todo lo que el hombre fue capaz de soñar, otros hombres podrán realizarlo algún día. ¿Era un visionario, tal y como se dice? Parece que no, sino que sus obras tienen una base científica real, por eso es posible que en el siglo XX se hagan realidad.

2- Relato fantástico: Presenta lo sobrenatural como ruptura de la coherencia universal. Su lectura produce sorpresa. El maestro de este tipo de relatos para lectores de 14 años en adelante, es Edgar Alan Poe cuya lectura produce miedo y angustia.
Los relatos fantásticos, pueden, bajo una apariencia de ligereza a veces, tocar los problemas más graves, hacer al niño atento y crítico, llevarlo a un cuestionamiento más lúdico y crítico de los dramas del mundo actual.
Los cuentos que los niños se han apropiado, escritos o no para ellos, no son los moralizantes, ni las historias edulcoradas, son cuentos que perfilan conflictos políticos, sociales, que hacen referencia a la sexualidad y a la realidad de las relaciones humanas,tantas veces trágica e incluso cruel.

3-Relato de ciencia-ficción: En estos relatos se reúnen elementos de los dos anteriores. Lo fantástico se produce por la ciencia y el miedo lo producen los adelantos científicos en sí. El maestro del género es H.G: Wells, con novelas como La máquina del tiempo (1895) o La guerra de los mundos (1898).

4-Relato nonsense: Son relatos incoherentes y disparatados que producen sorpresa. Su tono festivo y fantasioso lo aparta de la literatura del absurdo de adultos. El modelo de este tipo de obra es Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll y en España, Los batautos, de Consuelo Armijo, que marcaron un hito en la literatura infantil española.


La cuestión es que lo fantástico no reproduce lo visible, sino que “hace visible”.
Lo imaginario auténtico no nos aleja de la realidad, sino que nos la restituye, ayudándonos a franquear el olvido.
Paul Éluard decía: Me obstino en mezclar las ficciones con las realidades temibles para hacer estas realidades menos temibles, para dominarlas. Y en sus Escritos sobre teatro Bertolt Brecht habla del distanciamiento, “insiste” sobre la imperiosa necesidad de un extrañamiento que torne más aguda y eficaz toda posible interrogación crítica sobre lo real, su grado de existencia, su valor. Algunos pasajes deben desvincularse, alejarse del dominio de lo cotidiano, de lo familiar, de lo evidente”.

Según esto, ¿qué tememos de lo fantástico? ¿Qué el niño no llegue a ser un ser racional?
¿No ocurrirá por el contrario que el adulto que nunca haya fantaseado en su infancia, crea de mayor todo lo que le digan los horóscopos, tomando ese tipo de informaciones y otras similares al pie de la letra?

La mente infantil distingue perfectamente entre lo que es el relato en sí y lo que a él pertenece, y lo que es su propia existencia, a pesar de que los niños cuenten historias inventadas como si fueran algo real.
Al niño le gusta que le contemos cuentos y los reclama con insistencia, lo que no le gusta es que se le engañe sobre la realidad. ¿Por qué ocultarle la enfermedad o la muerte de un ser querido?
Este tipo de engaños son los que no admite y los que le traumatizan, no los cuentos.
La magia forma parte de su mundo y la necesita para enfrentarse a la realidad.En este sentido el psicólogo infantil Bruno Bettelheim se decanta totalmente a favor de los cuentos de hadas para estimular la imaginación infantil.

En cada ser humano, más aún en cada niño, imaginación, sensibilidad e inteligencia son funciones que no se pueden disociar con facilidad. El crecimiento psicológico es global.
El niño, para desarrollarse de modo equilibrado y armonioso necesita del sueño, de lo imaginario. Todo el problema consiste en nutrirlo con el registro de lo imaginario sano, auténtico, de calidad real.
Lo fantástico incita al niño, por distanciamiento, a interrogarse, a criticar e incluso a desmitificar.

Para acceder a la literatura fantástica, el niño ya tiene claves, porque desde muy temprana edad se plantea problemas relacionados con su propio deseo y existencia. A su modo se plantea cuestiones como esta: “Si me hubieran preguntado si quería nacer no sé si hubiera querido nacer… seguro que quizás hubiera querido nacer, por lo menos para besar a mamá” (Lucas, 7 años)

jueves, 8 de julio de 2010

Libros antiguos: Años 60 (II)


Miroslav Sasek: This is New York,Simon & Schuster Children's Publishing Division, Nueva York, 1960, reeditado en 2003 60 págs., tapa dura, Ilus. color, 32 x 23 cm.
Este libro es el segundo de una serie de obras en las que el ilustrador checo narra mediante unas magníficas ilustraciones y mediante la palabra, la historia de las grandes ciudades del mundo.Recomiendo la siguiente página web http://www.miroslavsasek.com/books/index.html, cuyo enlace pongo en este blog




Estos discos de 1960 contienen cuentos que se hicieron famosos en la radio. Carasucia, Lucerito, Periquito Tragapepes y La gallina Marcelina, son entretenidas y ejemplares historias acompañadas de canciones.




Astrid Lindgren: Pippa Mediaslargas, Ilus. Richard Kennedy, Trad. de Blanca Ríos, Ed. Juventud, Barcelona, 1962, 128 págs.
Esta novedosa protagonista, conocida años después como Pippi Calzaslargas, publicada en Suecia en 1945, resultó algo desconcertante por su forma de vida, pero nos gustaba porque Pippa rompía el sentido de la realidad y la lógica de los adultos, y nada más sobroso para los niños, que tienen su propia lógica al margen de la de los adultos.
La autora recibió en 1958 el Premio Andersen, quizás por eso Juventud editó este libro en España, ya que llama la atención que llegara a nuestras manos una niña tan sumamente desorganizada y rebelde en aquel mundo tan cuadriculado en que vivíamos. Nunca me he explicado cómo no se consideró un mal ejemplo, pero lo que sí sé es que Pippa vivía en libertad y eso suponía para los lectores el mayor de los atractivos, ¿Cómo no va un niño a desear vivir solo en casa, con un mono y un caballo, sin horario, sin normas y sin nadie que le lleve la contraria?




Miroslav Sasek: This is San Francisco, Simon & Schuster Children's Publishing Division,1962, reeditado en 2003 60 págs., tapa dura, Ilus. color, 32 x 23 cm.
Otro de los magníficos libros de Sasek.


Selma Lagerlöf: El maravilloso viaje de Nils Holgersson a través de Suecia,Trad. del sueco de Carlos Antonio Talavera, Editorial Cervantes, Barcelona, 1963, 443págs.
Este libro es una cuidada edición en tapa dura, acompañado de un mapa de Suecia a todo color que indica el recorrido del protagonista.
La Asociación Nacional de Maestros encargó a la autora en 1902 un libro de lecturas mediante el que los niños aprendieran la geografía sueca.
El libro, considerado el Quijote infantil, ha dado la vuelta al mundo en papel y en dos versiones cinematográficas, una de dibujos de la URSS de 1955 y otra versión japonesa de 1981.
Selma Lagerloff fue Premio Nobel de Literatura en 1909.
La lectura de esta historia llena de fantasía en la que Nils, convertido en un liliputiense por un duende, realiza el viaje sobre un ganso casero, nos resultó francamente divertida y original, al menos yo guardo ese recuerdo.

jueves, 1 de julio de 2010

Ediciones Antiguas: Años 60 (I)

En los años 60 seguían editándose discos con cuentos famosos, clásicos o tradicionales. Al igual que ahora eran un objeto de regalo y los que eran postales se enviaban por correo. Producía un placer especial recibir una tarjeta a tu nombre el día de tu cumpleaños, ya que el correo era algo reservado para mayores, así que en esa ocasión te sentías muy importante.

Es el caso de este ejemplar de tarjeta-disco de Los Tres Cerditos -Mayo 1960-






Este disco álbum El Gato con Botas es de 1962. Era divertido leer las viñetas escuchando el disco, ya que se convertía en un juego en la medida en que medías tu velocidad lectora. Si conseguías hacer ambas cosas a la vez, te sentías francamente feliz.
Tengamos en cuenta que hablo de lectores de 4 y 5 años de edad, que acababan de aprender a leer. En aquella época se aprendía a leer a partir de los 3 años. Si no lo habías hecho en casa, en cuanto llegabas al colegio a los 4 ó 5 años, aprender a leer y escribir se convertía en la tarea fundamental. La frase de "mi mamá me mima" era la más fácil. Dominar la ñ de ñu, la q de queso (sin olvidar colocar la u), la h de hilo y la x de xilófono era todo un reto.




La colección de La Ballena Alegre, de la editorial Doncel publica en ediciones muy cuidadas, de tapa dura y con extraordinarias ilustraciones diversos Premios nacionales, como el Lazarillo y el Doncel e internacionales,como el Andersen.


En septiembre de 1965 se reedita la obra más famosa de José Mª Sánchez Silva, que obtendrá el Premio Andersen tres años después. La primera edición, mostrada en el apartado de Libros de los 50, había aparecido en 1952. Las ilustraciones siguen siendo de Lorenzo Goñi, aunque en esta edición de Doncel hay ilustraciones en color.Además ahora el autor reúne las 3 historias de Marcelino: Marcelino pan y vino, Historias menores y Aventura en el cielo. El título es Marcelino pan y vino (Las tres historias), Madrid: Editorial Doncel, 1962, Col. La ballena alegre, 155 págs.



Sin familia, del autor decimonónico francés Hector Malot, Bilbao: Ed. Paulinas, 1964, 222 págs., era una de esas obras en las que al igual que con Marcelino, el lector de entre 8 y 10 años aproximadamente, lloraba a moco tendido; por lo menos era lo que a mí me ocurría, no digamos cuando veía la película correspondiente. Siempre he sido muy sentimental, pero creo era algo que no me ocurría solamente a mí .
La cuestión es que estas obras tratan el tema de la muerte o desaparición de la madre, lo cual hace que a los 8, 9 ó 10 años más o menos, que son edades en las que el lector se identifica plenamente con los personajes de las obras que lee, se ahogue en lágrimas como si hubiera perdido realmente a su madre.
Remi, que es el protagonista de Sin familia, a diferencia de Marcelino,vivirá todo un periplo buscando a su madre. En esta historia juegan un papel importante los animales, dos perros y un mono, que morirán también, momento especialmente dramático. El protagonista, de 8 años, deberá crecer a lo largo del viaje que ha emprendido. Es en realidad la esencia del viaje literario, el crecimiento personal, la maduración y la adquisición del conocimiento personal y de la vida real. El autor es compasivo y Remi recupera a su madre. La resolución del problema en Marcelino hace que el joven lector viva la pérdida del personaje con el que se identifica lo cual resultaba bastante impactante.



John S. Goodall: The aventures of Paddy Pork, Harcourt, Brace & World, Inc., New York, 1968, 60 págs.
Libro sin palabras; las 60 págs. narran una historia a plumilla, en blanco y negro, que puede modificarse pasando medias páginas que modifican las escenas enteras. Es una obra especialmente original por el planteamiento, creo que desconocido entonces en España.