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jueves, 24 de junio de 2010

Una ventana al mundo

Buscando otras cosas en la página del Ministerio de Cultura me he encontrado con los enlaces de Exposiciones virtuales y no he podido resistirme a entrar.
Me he llevado la grata sorpresa de que aparece la Exposición de carácter didáctico que sobre traducción y organizada por la Casa del Traductor (Tarazona), llevé a cabo en el 2006 en la Feria del Libro de León. La Dirección y Realización corrió a cargo de la Subdirección General de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas, del Ministerio.
Se repuso en el Instituo Cervantes de Alcalá de Henares desde el 11 de Noviembre de 2008 al 15 de febrero de 2009; después estuvo en la feria del Libro de Cuenca.
El enlace de la página http://www.mcu.es/libro/MC/VentanaMundo/index.html está en este blog en Ministerio de Cultura.

lunes, 21 de junio de 2010

Día europeo de la música

Para celebrar el Día europeo de la música solamente recordar aquí tres libros que harán las delicias de los lectores y ayudarán a fometar el amor por este Arte:

Primeros lectores

Paule Bouchet: Johann Sebastian Bach, Ilus. de Charlotte Voake, Adap. Fina Palomares, Narración CD: Dolores Martínez, Ed. Combel, col. Descubrimos a los músicos, Madrid, 2007, 27 págs.
Este libro para primeros lectores va acompañado de un CD con fragmentos de las obras más significativas de J.S. Bach. Es una buena aproximación inicial al autor.


A partir de 11 años

Yaël Hassan: El profesor de música, Premio Saint Exupéry 2001,trad.de Ana Mª Navarrete, Zaragoza: Ed. Edelvives, Col. Alandar, 2006, 117 págs.
Esta es la entrañable historia de un profesor de música que está a punto de jubilarse. Dada la situación de deterioro de la enseñanza está completamente quemado y se enfrenta al útimo año de su carrera sin ilusión. Sin embargo, el azar hará que entable una especial relación con Malik, el menor de una saga de hermanos que le habían hecho la vida imposible hasta entonces.
El amor a la música transformará esta situación.


A partir de 13 años y para amantes de la música en general, mayores o menores de esta edad

Leonard Bernstein: El maestro invita a un concierto (Conciertos para jóvenes).Edición de Jack Gottlieb, Trad. de Juan Pablo Fernández-Cortés, Ilus. de María Pascual,Ed. Siruela, Col. Las tres edades, Madrid, 2003, 403 págs.
Este magnífico libro es la recopilación de los Conciertos televisados para jóvenes que Leonard Bernstein presentó con la Orquesta Filarmónica de Nueva York entre 1958 y 1972. Fue comentarista, pianista solista y director de 53 conciertos. Pocos músicos son capaces de comunicar como él, descubriendo a los más jóvenes la música y su poder de seducción de forma pedagógica y amena. Es un libro del que se puede disfrutar en solitario, pero que podrían aprovechar hábilmente los profesores de música. Aquí encontrarán muchas ideas, que bien manejadas, podrían cambiar el sentido musical de muchos alumnos españoles.

La Fundación Germán Sánchez Ruipérez (enlace en este blog) tiene una bibliografía completa y actualizada de obras que giran en torno a la música,“La música en la literatura infantil y juvenil”, correspondiente al número 6 de la colección Temas en la Literatura Infantil y Juvenil. http://www.fundaciongsr.es/wfuns/presentacion/repertorios_y_bibliografias

lunes, 14 de junio de 2010

Skármeta / Bolliger / Reynolds

Hoy traigo aquí tres álbumes ilustrados que me encantan



Antonio Skármeta: La composición, Ilus. de Alfonso Ruano, Ed. SM y Ekaré, Madrid, 2000, 31 págs.
Esta obra es una auténtca maravilla. No es propiamente un álbum ilustrado, sino un cuento ilustrado, ya que la ilustración apoya el texto, no lo complementa y el texto funciona solo, sin embargo las ilustraciones son potentes y el libro puede traerse aquí.
Sería difícil mejorar la narración del escritor chileno Antonio Skármeta, que explora el terreno de la literatura infantil con Pedro,un protagonista de nueve años que aprende lo que es la dictadura al hilo de la vida y de lo que observa y oye a los mayores.
Skármeta denuncia de forma sutil la dictadura de Pinochet y la crueldad del ser humano. Dibuja un personaje inteligente en una breve obra que lo es igualmente.
Las ilustraciones de Alfonso Ruano son realistas y apoyan estupendamente el texto, como no podía ser de otra forma dada su profesionalidad.



Max Bolliger / Jindra Capek: La canción más bonita, Col. Cuentos de la torre y la estrella,Ed. SM, Madrid, 1992, Trad. de Marta Ruiz, 24 págs.

Este cuento del autor suizo Max Bolliger y del ilustrador checo afincado en Suiza Jindra Capek es una de las obras que habría que recuperar junto con los demás álbumes de esta colección. Es una historia al modo de los cuentos tradicionales que puede despertar en los niños la sensibilidad musical y las magníficas ilustraciones, el gusto por la pintura.


Peter H. Reynolds: El punto, Ed. Serres, Barcelona, 2003, 26 págs.

Este simpático álbum es un homenaje a los profesores que saben sacar partido de sus alumnos. No puede haber una mejor lección de lo que es desarrollar el potencial de alguien; de hecho el propio autor dedica el libro al señor Matson, su profesor de matemáticas de séptimo grado. Además es un libro motivador para adentrarse en el mundo de la creación artísitica en general y de la pintura en particular.
Recomiendo la página web del autor, que coloco en mis enlaces
http://www.peterhreynolds.com/art.html

domingo, 13 de junio de 2010

Interesante artículo

Os recomiendo leer el artículo de El País "Monstruos de la literatura infantil", de Aurora Intxausti, sobre autores e ilustradores nórdicos y sobre el nivel lector de los escolares de estos países. El enlace es el siguiente:
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Monstruos/literatura/infantil/elpepicul/20100612elpepicul_3/Tes

jueves, 10 de junio de 2010

Ediciones Antiguas: Años 50 (II)


Álbum discográfico doble que contiene el texto de Alicia en el país de las maravillas ,dividido en IV partes. Adaptación del cuento original de Winston Hibbbler. Trad. de Emilio Torre. Arreglo musical de Norman Leyden. Orquesta bajo la dirección de María Ruiz Armengol. RCA Española, Madrid, 1954?

La película de Alicia de Disney se estrenó en EEUU en 1951. Su banda sonora estuvo nominada para un Oscar y en el Festival Internacional de Cine de Venecia compitió por el León de Oro.
En España se estrenó en los Cines Palace y Pompeya en Madrid en 1954







Vida del repelente niño Vicente
Esta es la biografía de Vicentito, personaje popularizado en "La Codorniz". Arranca del noviazgo de los papás y finaliza con el bachillerato de Vicente. El autor dedica el libro "A todos los señores adultos que no han dejado de ser niños, respetuosamente" Rafael Azcona
Madrid: Ed. Taurus, 1955, 193 págs.





Chopin, de Jorge Ruttkay, Ilus. de André Dugo, Barcelona-Buenos Aires: EDHASA, 1957?, 40 págs. Tapa dura, Ilustraciones en color (acuarelas) y en blanco y negro, 19x21 cm.





Adaptación de J.M.Carbonell, Ilustr. de María Barrera, Ed. Bruguera, Barcelona, 2ª edición, Mayo, 1958




Cuentos infantiles en disco y con viñetas (finales años 50)


domingo, 6 de junio de 2010

Niños traviesos

El niño, desde una edad bastante temprana, detecta rápidamente en las historias que se le cuentan lo que le interesa y lo que no, y selecciona los relatos que más le entretienen convirtiéndolos en sus favoritos.
De los que no le han gustado, no querrá volver a oír hablar, a no ser que se cambie lo que le disgusta introduciendo nuevos elementos narrativos que conecten con sus intereses.
Las historias que considere sus favoritas, habrá que repetírselas una y otra vez, a ser posible sin equivocarse demasiado, porque nos corregirá para que sigan siendo para él lo que fueron la primera vez que las oyó y gustó.
Según esto, los adultos tratamos de encontrar cuentos que interesen a los niños, y por ello, habrá que tener en cuenta que uno de los elementos más importantes para los pequeños lectores son los personajes, entre los que se encuentran los niños traviesos.

El personaje travieso siempre atrae; así lo hizo en otras épocas en las que el protagonista-niño ofrecía en los relatos infantiles posibilidades de actuación que no tenía el niño en la reaalidad, pero ahora que el niño es más libre en sus movimientos, habría que plantearse: ¿Dónde reside el atractivo de los personajes traviesos actuales?

En literatura infantil cuando se habla de niños "malos", se hace una referencia, como en la vida ordinaria, al que rompe ciertos esquemas de conducta queriendo campar por sus respetos, por tanto, al que levanta dolor de cabeza, o dicho de otro modo, al "que da la lata". Es algo que actualmente se refleja en LIJ con gran viveza y naturalidad.

Desde la aparición del "antihéroe" en la literatura, en concreto en España El Lazarillo de Tormes en el siglo XVI, los personajes que hasta entonces gozaban de atributos tales como belleza, nobleza, bondad e inteligencia, van poco a poco cargándose de realismo, participando como cualquier ser humano de sus contrarios: fealdad, pobreza y una inteligencia natural que necesita para enfrentarse a la adversidad, y que se convierte rápidamente en picardía y maldad.
El contrapunto serían los personajes absurdamente maniqueos e insoportables que aparecen sobre todo en diferentes épocas en literatura infantil.
La alusión al pícaro no es por considerarlo personaje infantil, en absoluto, como tampoco lo son los personajes de Dickens o Mark Twain, sino para recordar simplemente personajes que resultan "rompedores" en su momento.

Tengamos en cuenta que hablo de personajes traviesos, no perversos, aunque también existen. Normalmente los niños perversos, sobre todo en la literatura anglosajona, aparecen cargados de humor.
Autores como Roald Dahl destacan rasgos del lado oscuro de los personajes, pero fuertemente matizados por el humor anglosajón al que me acabo de referir.

¿Cómo se presentan estos personajes en las novelas?

En la mayoría de los casos son presentados por el narrador que los describe, ya sea en 1ª o en 3ª persona.
Un ejemplo de este narrador en 1ª persona que además es el protagonista, lo tenemos en Manolito Gafotas, de Elvira Lindo, editado en Alfaguara en 1994..


Me llamo Manolito García Moreno, pero... por Manolito García Moreno no me conoce ni el Orejones López, que es mi mejor amigo... En Carabanchel, que es mi barrio..., todo el mundo me conoce por Manolito Gafotas... A mí me gusta que me llamen Gafotas. En mi colegio, que es el "Diego Velázquez", todo el mundo que es un poco importante tiene un mote.

Este narrador-protagonista utiliza una voz directa y coloquial que no es habitual en un texto y que corresponde al lenguaje de la radio, donde nació Manolito.

Henry, niño australiano protagonista de Cartas a Lesley, de Janice Marriot, editado por SM en 1993, dice de sí mismo:

Hoy, primer día de colegio: Mi profe, la señora Matthews, nos ha mandado escribir una redacción la mar de detallada sobre las vacaciones.
A mí me gusta escribir, y, como mi madre se ha roto una pierna y todo está tranquilo por aquí, he pensado que en las largas noches que me esperan me dedicaré a escribir el verdadero relato de mis extrañas vacaciones de primavera... Supongo que la cosa empezó con mis propósitos para el nuevo año:
1-Paz y tranquilidad para poder preparar mis negocios
2-Ser rico
3-Casar a mamá.



Este narrador-protagonista utiliza la palabra escrita para presentarse y narrar su propia historia, lo que hace que el tono sea más reposado, pero entretenido y ágil, como corresponde a un personaje infantil.

El protagonista de Mi amigo el unicornio, de Antonio Martínez Menchén, editado en Anaya en 1992, es Chus, y se nos presenta por medio de la acción, diciendo:

Posiblemente esto que os voy a contar no hubiera ocurrido de no haber descubierto yo al escarabajo pelotero.
Lo descubrí el verano pasado, durante las vacaciones. Yo estaba tendido en un prado, más bien aburrido, cuando vi a un bichejo negro afanándose con una boñiga de vaca.
Me fascinó.



La voz de este personaje responde sin duda a los intereses del niño, está llena de curiosidad; Chus hace el descubrimiento de algo y lo agranda hasta convertirlo en fascinación; esta forma de asomarse a lo desconocido es espontánea y natural.

La descripción de un narrador en 3ª persona presenta al personaje por medio de una descripción directa o a través de sus acciones y emociones. De Matilda, uno de los personajes más atractivos de Roald Dalh, editado por Alfaguara, se nos dice:

Al cumplir los tres años, Matilda ya había aprendido a leer sola, valiéndose de los periódicos y revistas que había en su casa. El único libro que había en aquel ilustrado hogar era uno titulado Cocina fácil, que pertenecía a su madre... Una vez que lo hubo leído de cabo a rabo y se aprendió de memoria todas las recetas, decidió que quería algo más interesante.
-Papá -dijo, ¿no podrías comprarme algún libro?
-¿Un libro? -preguntó él-. ¿Para qué quieres un maldito libro?



En Matilda la utilización de una narrador en tercera persona hace que el personaje no "se desnude" ante el lector, sino que hay un cierto distanciamiento que lo convierte hábilmente en su cómplice.

El protagonista y su visión de otros personajes
Es interesante la visión que tienen estos niños traviesos respecto a los padres, abuelos, profesores, compañeros y también respecto a sí mismos en las aventuras que suponen una iniciación personal en la vida.
Estos niños traviesos tienen opiniones muy diferentes entre sí respecto a sus padres, dependiendo de si el conflicto de su personalidad se establece en casa o en la escuela. Todos los quieren. En este sentido son positivos, aunque este sentimiento lo demuestren a su manera.
Manolito Gafotas sabe que su padre le enseña a defenderse de sus enemigos en el barrio y eso le gusta; a su madre, que le llame "el último mono", la ve como alguien a quien hay que dar gusto, sin crearle complicaciones:
Mi madre es así: a ella le gustaría que yo respondiera a sus preguntas con un sí o con un no para darse media vuelta y ponerse a hablar po teléfono con su amiga... Ése es el tipo de niños que a mi madre le gustan, por eso se casó con mi padre, porque mi padre habla sólo tres veces al año, por Nochevieja, por su cumpleaaños y cuando gana el Real Madrid.

Matilda trata de hacerse su propio espacio en casa y busca cómo vengarse de la falta de atención que tiene y del hecho de que la consideren tonta. Sin embargo, no podemos decir que no quiera a sus padres, ya que continuamente trata de conquistar su atención, aunque no lo consiga:
Matilda anhelaba que sus padres fueran buenos, cariñosos, comprensivos, honrados e inteligentes, pero tenía que apechugar con el hecho de que no lo eran.
El tipo de venganza que decide llevar a cabo con ellos es meter un loro en la chimenea y dejar que sus padres y su hermano crean que hay un fantasma y cosas por el estilo; en definitiva, travesuras que corrresponden a la mente infantil.

Henry habla con especial dureza al decir: mi madre es una madre equivocada,pensamiento también bastante frecuente en los niños, que aspiran a tener padres como los de otros niños en los que observan lo que creen que a ellos les falta, apreciaciones que no responden a la realidad, pero que en cualquier caso para ellos son verdaderas y por tanto, son requerimientos a los que hay que atender. A su padre le ve muy poco, porque cuando el niño llega a su casa, nunca está:
Mi padre, en cambio, habla mucho de que el tiempo que pasamos juntos es un tiempo precioso, pero da la casualidad de que, cuando voy a su casa, no está nunca. Cosas del sindicato, que le tiene muy ocupado.
Henry, hijo de padres separados, disculpa al padre con el trabajo, cosa que no hace con la madre, de la que se siente responsable.
Parece que estos niños son en general más indulgentes con el padre. Su mentalidad responde a la realidad, por más que se quiera cambiar en aras de la igualdad entre ambos sexos. Se conforman con que el padre los atienda mínimamente en un momento dado, ya que como aún son pequeños, 5 años Matilda, 12 Henry y 8 Manolito, tienen necesidades que en la mayor parte de los casos solventa la madre.

Respecto a los abuelos, estos niños revoltosos tienen una opinión positiva y se establece entre ellos una relación de comprensión y complicidad mucho mayor que la que entablan con padres y profesores, por tanto, con los adultos "que mandan", de lo que puede deducirse que el conflicto de estos niños se plantea con la autoridad establecida, no con los adultos en general.
Manolito dice: Mi abuelo mola y en otra ocasión: El abuelo me llevó al colegio, como todas las tardes, y mis padres se quedaron echando la siesta. Qué morro.

El abuelo de Ana, pesonaje de Christine Nöstlinger en Ana está furiosa, editado por SM, llega a ver a su nieta con algo que cambia la vida de una niña insoportable porque cualquier persona o cosa la enfurecen. El regalo del abuelo, un tambor, instrumento que pocas veces regalaría un padre a un hijo, se convierte en el objeto mágico que va a apermitir que Ana entre en relación con los demás y pueda sentirse feliz.
Y se quedó sentada en su sillón de mimbre hasta que el domingo llegó el abuelo de visita. Traía un tambor y dos palillos para su nieta.
Dijo:
-Ana, con el tambor asustarías a la furia.




Con respecto a los hermanos se ha podido constatar que las familias de nuestros protagonistas-niños, no son familias numerosas. Nos movemos en literatura infantil, dentro y fuera de España, en el terreno de los hijos únicos o con un hermano o dos a lo sumo. No recuerdo ejemplos de lo contrario, a pesar de que este tipo de familia facilitaría una trama divertida y de ser un tipo de familia utilizada continuamente en el cine.
Manolito nos habla así de su único hermano:
El Imbécil es mi hermanito pequeño, el único que tengo. A mí madre no le gusta que le llame el Imbécil... que conste que yo se lo empecé a llamar sin darme cuenta... ha sido él, que ha nacido para molestar y se lo merece.
Matilda ignora prácticamente a su hermano, hecho bastante significativo, ya que Michel es un personaje que sólo funciona respecto a los padres, ya que era un niño de lo más normal.
Esto tiene que ver con la supuesta normalidad procedente de la visión de los adultos al juzgar a los niños. Si un hijo funciona como su padre, siguiendo sus gustos y aficiones, todo el mundo piensa que es normal, porque saben por dónde va, aunque sea por un camino poco honesto como el del padre de Matilda. Si el niños se salen de los esquemas habituales, del mundo conocido en casa, la novedad del camino elegido es fuente de conflicto y cuando menos, inquieta poderosamente a los padres, si no da miedo, aunque el niño haga algo estupendo como Matilda: leer. Este tema, esta forma arcaica de acceder a la realidad que han sufrido muchas generaciones, aún está en vigor y sigue siendo fuente de sufrimiento para muchos jóvenes que quieren construir su propia y única realidad.
La hermana de Chus es Natividad:
Nati es mi hermana mayor. Mi hermanita de quince años. Yo sé que no soy un caso único... pero de verdad y sin que quiera darme importancia, que lo de Nati es un auténtico caso aparte.
Martínez Menchén introduce un personaje que hay que agradecer porque se desenvuelve en esquemas modernos; es Nati, que por eso es un incordio para Chus. Nati debe ayudar a su madre en la costura y Chus no. Llega un día en que la niña se planta y convence a su madre de que para que su hermano no sea tan machista como su padre, tiene que aprender a coser.
Y desde entonces, todos los días, de siete a ocho, en lugar de los dibujos animados tengo clase de costura con mi hermana. Por eso digo que lo de Nati es un caso aparte.

En los libros infantiles la relación con los amigos se ve igual que respecto a otras personas, bien por las propias opiniones del personajes o bien por las acciones que lleva a cabo respect a él. Una opinión directa sobre un amigo es la ofrecida por Henry, que se sitúa respecto a uno de sus compañeros de forma aparenemente interesada, como ante uno más de los negocios que piensa hacer a lo largo del año:
Gavin es un tío de esos muy grandes y muy bestias que controlan el patio del colegio... Parecía querer ser mi amigo y decidí seguirle el rollo, por si las moscas y antes de que hubiera más gente, para que él y yo fuéramos los jefes de la banda. Conseguí hacer algo de dinero vendiendo redacciones en clase. Gavin me compró dos y la Matthews le dijo que estaba mejorando muchísimo /.../. Un día, a la hora del almuerzo, incluso le hice una confidencia... Sentí simpatía por él.
Estas expresiones muestran la ingenuidad y la franqueza de la mente infantil, que busca sobre todo el afecto y la amistad.
La situación de Ana es atípica, ya que carece de amigos a causa de su pésimo carácter, rasgo importantísimo que configura a un personaje creado para primeros lectores, proporcionando un auténtico espejo a niños de una edad que se caracteriza por un gran egocentrismo que hay que educar.
Casi todos estos personajes tienen, como corresponde a la realidad, un compañero del alma y un enemigo mortal con el que medir su resistencia y que se convierte en cierto modo en cómplice del protagonista e incluso del lector:
El chulito de Yihad me cogió por la capucha de la trenca y me dijo:
-Defiéndete, Gafotas. Tienes la oportunidad de pelearte con el tío más bestia de la clase, que soy yo.

Respecto al empollón Manolito siente admiración, expresada con ironía:
Paquito Medina nunca insulta a nadie no se pega con Yihad y jamás le pega patadas a la cartera de los demás. Paquito Medina no es como nosotros. El Orejones dice que Paquito Medina es un marciano...

Una descripción del narrador sobre la amistad, que en general va a preparar la acción inmediata de forma hábil y clara, como en el ejemplo que viene a continuación:
Entre los nuevos amigos de Matilda estaba la niña llamada Lavender. Desde el primer día empezaron a estar juntas durante el recreo de la mañana y a la hora del almuerzo. Lavender era excepcionalmente pequeña para su edad, una niña flacucha de ojos castaños y pelo oscuro, con un flequillo que le caía sobre la frente. A Matilda le gustaba porque era decidida y aventurera. A ella le gustaba Matilda por las mismas razones.

La amistad vista a través del género epistolar
Muchos autores de literatura infantil eligen el género epistolar como forma de creación literaria, cuestión bastante acertada.
En el libro de Cartas a Lesley, ésta le dice a Henry:
Querido Henry:
Es etupendo que seamos amigos por correspondencia. Me pareces muy interesante. Espero que no te importe que yo no lo sea. Mi vida es muy aburrida... Escríbeme otra vez. Sinceramente,
Lesley Lacey (En el colegio me llaman Les)...
Por primera vez en mi vida me sentí un tío con suerte. Tenía un amigo fantástico aunque sólo fuera por correspondencia... Decidí tomar una decisión secundaria: escribir a Lesley cada vez que recibiera una carta suya.

Tanto en la declaración de amistad de Lesley como en la respuesta que provoca en Henry, se ponen de relieve los sentimientos; en este sentido el epistolar es un género que abre las puertas del corazón de los personajes. Hoy se debería recurrir a la hora de escribir a los anuncios de periódicos,al fax,e-mail o SMS, en cualquier caso la palabra escrita una vez más, aunque en ese caso seguramente menos sentimental.

El animal como amigo
Para muchos niños, como para muchos adultos, el mejor amigo es un animal de compañía, excentricidades aparte. Esto varía considerablemente en el mundo de ficción.
Henry tiene un gato, que se llama Supercushion, sin embargo, Chus tiene algo más exótico: un escarabajo. En ambos casos el animal se convierte en interlocutor fiel y silencioso, en el cómplice que todo niño necesita en su experiencia frente al adulto:
/.../ Supercushion que es mi gato. Es un macho la mar de dominante. Nos entendemos estupendamente. Ambos estamos de acuerdo en que mi madre es un desastre.
y a la vez es su punto de referencia para comparaciones:
La Matthews me miró extrañada, poniendo la misma cara que pone Supercushion cuando no le das la marca de sardinas que le gustan.

El escarabajo da asco a todos menos al dueño, provocando la situación idónea para el protagonista que a raíz del encuentro de su hermana con el escarabajo, va a librarse de las clases de costura y podrá ver la tele:
-A ver, niña -dijo papá-. Tranquila, ¿Qué ha ocurrido? ¿Qué te ha hecho tu hermano?
¡El bicho! -exclamó Nati entre sollozos-. Un espantoso bicho.


El colegio y los profesores
Los personajes de la LIJ dan su propia versión del sistema educativo desde donde los niños realmente lo hacen, desde la opinión sobre los profesores, aunque a veces se refieren a otras cuestiones, asignaturas, ratos de recreo o excursiones, pero de forma aleatoria, para narrar una aventura más que para opninar.
La visión más original al respecto la da Christine Nöstlinger por medio de Wolfgand, en Me importa un comino el rey Pepino, editado por Alfaguara y hoy tristemente descatalogado. Wolfgand se inicia en la escritura de la siguiente manera.
Mi abuelo me ha dicho que uno de nosotros tiene que escribir la hstoria. Y en eso, el abuelo tiene razón.
Martina dijo que lo haría ella. Pero lo único que ha hecho hasta ahora ha sido comprar un montón de papel rosa y una cinta verde para la máquina de escribir. Dice que no ha empezado a escribir todavía porque la estructura de la historia es muy difícil. La dificultad de una historia radica en la estructura, ha dicho su profesor de Lengua.
A mí me tiene sin cuidado la estructura. Y ahora como tengo el pie escayolado y no puedo ir a nadar, pues la escribo.

Lo hará prescindiendo de las directrices del profesor de Lengua, hecho que ilustra ya su visión de la escuela. El índice del libro viene a resumir la experiencia del joven escritor:
Capítulo primero o núm.1, según la estructura del profesor de Lengua.
Capítulo segundo o núm.2, según la estructura del profesor de Lengua.
y continúa así hasta que, llegado al núm 12, Wolfgand dice:
En el duodécimo capítulo se embarulla todo de un modo tan confuso que se hace imposible la estructura del profesor de Lengua.
En el decimotercer capítulo no hay nada que estructurar.
Una parte del decimocuarto capítulo la escribiré como una obra de teatro.
Este es el último capítulo, el decimoquinto.


En otras obras la historia gira en torno a la comprensión o incomprensión de los profesores. Esto se hace patente en el caso de Matilda donde todo gira en torno a la intransigencia de la directora del colegio y a la comprensión de la Señorita de la clase. Roald Dalh da dos versiones opuestas de profesores, utilizando los parámetros convencionales de bondad-maldad encarnados en dos personajes opuestos, para que se desarrolle debidamente la acción:
La señorita Honey era una persona apacible y discreta, que nunca levantaba la voz y a la que raramente se veía sonreír, pero que, sin duda, tenía el don de que la adoraran todos los niños que estaban a su cargo... La señorita Trunchbulll, la directora, era totalmente diferente. Se trataba de un gigantesco ser terrorífico, un feroz monstruo tiránico que atemorizaba la vida de los alumnos y también de los profesores.

Conclusiones
Una vez analizada la opinión que los personajes tienen de las personas que los rodean va quedando clara cuál es su visión del mundo, dibujada en la mayoría de las ocasiones en clave de humor, fino, irónico, escondido o directo, según el país de origen del autor. ¿Por qué se provocan estas situaciones que sin lugar a dudas reflejan la realidad?
"Porque hay muchas cosas que los mayores no me dejan hacer", dirían los niños.
A Matilda no la dejan leer en lugar de ver la televisión; tampoco la dejan opinar, siempre la mandan callar.
A Chus no le dejan sacar el escarabajo, ni le dejan participar en la merienda que da su madre a sus amigas, después de hacer que se quede en casa en lugar de ir al cine con un amigo. Se encuentra como tantos niños, objeto de su madre que hace que se quede esa tarde en casa para exhibirlo, pero no para participar, porque no es una reunión de niños.
No pueden interrumpir a los mayores cuando están haciendo cosas, como le pasa a Fernando, en Ahora no, Fernando, de David McKee, Ed, ALtea, MAdrid, 1991, siendo devorado por un monstruo sin que sus padres se enteren, ya que cuando los llama no le miran siquiera para contestarle. Lo mismo le ocurre a la ratita de ¡Julieta, estate quieta! de Rosemary Wels Ed. Altea, MAdrid, 1982.
No se pueden cambiar la ropa, ni siquiera la colcha de la cama si su madre no lo cree conveniente, como le ocurre a Henry:
Y lo peor es el edredón o la colcha o lo que sea, que tiene dibujos de ositos por ambos lados. ¡A mis doce años! Le he pedido a mi madre, en todos los tonos posibles, que me cambien la colcha...
y la madre dice que no:
Pues yo la odio. De hecho me da tanta vergüenza que jamás invito a nadie aquí.
Algunos no pueden tener animales en casa, y buscan salida como la de Chus, un escarabajo, que es pequeño y cabe en el estuche de los lápices. Tampoco pueden elegir el lugar de vacacioes, cuestión por la que protestan Henry y Lena, de El secreto de Lena de Michel Ende, Ed. SM, MAdrid, 1991.
O sea, que estos niños traviesos, se les impide hacer lo que a cualquier niño. Muchas de estas situaciones parecerán tan normales desde el punto de vista del adulto, pero también desde ahí hay que tener en cuenta que son este tipo de cosas aparentemente insignificantes, para los niños que se mueven en coordenadas de normalidad, o sea, que ni están en guerra, ni pertenecen a un grupo marginal, ni nada por el estilo, las que les crean conflictos, ya que para ellos supone ceder constantemente ante las imposiciones de los adultos. En los libros a los que me estoy refiriendo sus reacciones son igeniosas, dentro de la realidad o de la fantasía, como en Lena. Los autores de estas obras, en las que se manifiestan lo que para los niños son injusticias, los personajes reaccionan de forma divertida, porque en la mayoría de las ocasiones, los autores las utilizan para criticar la realidad en clave de humor.
Cuando desobedecen son castigados, se quedan sin cenar o sin ver la TV, en definitiva, les ocurre lo que a cualquier niño en la realidad. De ahí que cuando los niños hacen estas lecturas, se convierten rápidamente en cómplices del protagonista, logrando poner palabras a su propia experiencia, sintiéndose así liberados, desdramatizando situaciones que a través de la literatura constatan como universales. Esto es importante para los educadores, tanto padres como profesores, ya que para hacerlos crecer necesariamente hay que llevarles la contraria en no pocas ocasiones. La cuestión es que se haga con cariño y que una vez pasado el enfado, se desemboque en clave de humor.
Ellos seguirán llamando la atención como los protagonistas de las obras citadas y de muchas más, porque no les interesa lo que hago o porque no creen lo que digo, razón por la que Julieta se escapa de casa, Chus suelta el escarabajo en plena función colegial y Matilda gasta bromas pesadas y desea vivir con otra persona. Lena busca un hada que soluciones su problema y reduce a sus padres de tamaño, hasta que llega a pasar miedo por el cambio de papeles y vuelve a recurrir al hada para deshacer lo fatalmente hecho.
Lo importante y común a todos ellos es que tienen la sensación de que no los quieren o no los comprenden cuando se sienten contrariados. La aventura que viven a partir de este hecho de incomprensión, les lleva a ver que sí existe el cariño, a excepción de Matilda, y que ese "llevar la contraria" forma parte del cariño y la preocupación por ellos.
Otro de los puntos interesantes en los libros infantiles es observar dónde aprenden los personajes lo que saben, que es donde aprenden los niños en realidad. Los personajes tienen diferentes fuentes de información. Lógicamente todos van a la escuela, pero hay referencias más curiosas que ésta en el terreno del aprendizaje. Desde luego el personaje más maduro de los que hemos tratado es una niña prodigio:Matilda, que ha aprendido todo en los libros de una biblioteca pública. Es un personaje interesante porque es una niña lectora, adquiriendo una visión del mundo que va muchoa más allá del conocimiento propio de la edad y por eso tiene problemas, porque lee.
Si nos paramos a pensar, quizás sí que el hecho de leer sea algo que finalmente cree problemas, porque al leer se desarrolla la capacidad crítica de tal forma, que el verdadero y buen lector no podrá conformarse con cualquier representación de la realidad que le circunda y tampoco podrá cambiarla a su antojo; ambas situaciones engendrarán por tanto insatisfacción y sufrimiento.
En el hecho lector se va más allá, leer implica reflexionar y cambiar, por tanto, en este sentido ¿son, al menos aparentemente más felices los que leen o los que no leen? Algunas personas llegarían según esto a la conclusión de que mejor no leer, pero habría que ver qué es, en ese sentido, la felicidad, a la cual los lectores podrían responder que la felicidad es el estado inquieto de un espíritu que busca luz entre las sombras de la realidad.

Siguiendo el recorrido por personajes traviesos de la literatura infantil, llegamos al aprendizaje por medio de la televisión o al aprendizaje que se realiza de la mano de un personaje mágico como el del hada Consolción Interrogación, o en un revista como hace Henry con el Semanario de la mujer, al que acude para que le dé pistas sobre lo loca que él piensa que está su madre:
He aprendido a soportarlo. Ya dice el Semanario de la Mujer que las mujeres se enfadan a menudo. Es algo que tiene que ver con sus ciclos. Así que sabía que tenía que pasar por ello.
En el mismo semanario leyó que escribir es bueno para aclarar los problemas. Queda claro que los niños reciben información de distintas fuentes y la procesan en función de sus intereses y de su situación personal respecto a la familia. Para todos ellos existe este punto de referencia clave.

Los niños traviesos ven con ojos limpios y actúan siguiendo un código de conducta natural que no guarda las apariencias y que está lejos de toda actitud hipócrita. Suelen ser sinceros, tomando la sinceridad en sentido estricto, es decir, manifiestan lo que ven tal cual y eso les cuesta recriminaciones y castigos. Algunos se rebelan, otros buscan un espacio aparte en el que vivirán en relación con sus amigos.
Los personajes niños de la literatura infantil actual responden a la realidad; no son un adulto andando y hablando, sino que son seres humanos con vida propia: en ese sentido los autores han ganado en la construciión de los personajes. Algo de esto encontramos en la Alicia de Lewis Carroll que a tavés de su fantasía distorsionadora, arroja luz sobre la realidad.
En estos libros los personajes están bien dibujados y vendrían a ser para los mayores lo que los animales de La conferencia de los animales de Erich Kästner, para los seres humanos que allí aparecen. A través de estos personajes se está pidiendo coherencia, tranquilidad, comprensión y diálogo, en definitiva referencias para poder leer y vivir la propia realidad sin sobresaltos .

(Artículo publicado en "Y voy por un caminito..." Homenaje a Carmen Bravo-Villasante, Ed. Amigos del LIJ, Madrid, 1996, con el título "Los niños malos en la literatura infantil actual"; ha sido revisado)