¡Extraordinarias y cuidadas ediciones las de los años 30!
Aventuras de Tartarín de Tarascón, de Alphonse Daudet. Traducción y adaptación de María Pla Dálmau, Ilus de J. Carrera. Editorial Dalmáu Carles, Gerona, 1930
Vida de Napoleón, por Juan Palau Vera, 5ª Edición, en Vidas de grandes hombres, Ed. Seix&Barral, Barcelona 1930, 139 págs., 19 cm. encuardenado en tela. Fotografías en b/n de cuadros representativos de la vida de Napoleón y Mapas de sus conquistas.
La editorial deja constancia de que esta colección está publicada para la juventud y el autor afirma que la lectura de las vidas de los grandes hombres conribuye "a decidir la vocación y a formar el carácter". Es un texto adaptado de obras para adultos, citadas en la portada.
Otras biografías de esta colección son: Alejandro Magno, Cervantes, El Gran Capitán, Jaime I el Conquistador, Cristóbal Colón, Stephenson, Franklin, Dante, Livingstone, El Cid Campeador y Pizarro. Se anuncian otras de inventores, artistas, filósofos, estadistas, grandes productores, ingenieros y héroes de renombre o de importancia universal.
Pedro J. Solas: El duende goloso, Ed.Hernando, (Col. Museo de la niñez),Madrid, 1930, 7 p., 11cm.
Edición de Ramón Sopena, Barcelona 1931. El Premio Gordo es un cuento en el que no aparecen ni autor ni ilustrador. Quizás perteneciera a la tradición popular.
Tiene 76 págs, ilustraciones en b/n y color. Es de tapa dura y pequeño formato, 17 cm.
Narra la historia de Crispín Tachuelas, zapatero remendón, y de su familia, centrándose en lo que les sucede después de obtener el premio gordo de la lotería.
Este cuento, cargado de una fuerte intención moralizante, era muy popular entre los niños que habían nacido en la década de los veinte.
Aún se seguía publicando en 1936, a cuya edición, (idéntica a la anterior), pertenece esta ilustración.
Boliche, Corruquete y Don Tilín es un cuento de 283 págs nada menos, cuyo texto e ilustraciones pertenecen a Enrique Castillo, editado en 1931 por Saturnino Calleja, 23 cm., tapa dura. Es un libro lleno de imaginación y fantasía con el que los lectores de la época viajaron a la luna, a la selva, al fondo del mar con Neptuno y a otros lugares exóticos. Estoy segura de que disfrutaron mucho con esta lectura.
Armando Palacio Valdés: Sinfonía Pastoral (Novela de costumbres campesinas), Ed. Juventud, Col. Novela rosa, Barcelona, 1932. No consta de quién son las ilustraciones, 156 págs., 22 cm.
Palacio Valdés dedica la novela "A la memoria imperecedera de Luis Beethoven, autor de la página musical más deliciosa que ha sonado hasta ahora en el mundo."
La novela está dividida según el esquema sinfónico y dentro de cada movimiento, en capítulos. Es una de las historias que leían las jóvenes de la época.
Pat Sullivan:Félix au travail,Ed.Hachette, Col. Albums Félilx le chat nº8,Paris, 1934, 32 p.,27cm.
Nicolas Wiseman: Fabiola,Ed. Saturnino Calleja, Col. Biblioteca Perla, 23 cm., Madrid,1935
Libro encuadernado en tapa dura, 285 págs.
Ilustraciones de Piti Bartolozzi
Soy aficionada y disfrutadora de libros antiguos y me complace ver esta muestra que expones en tu blog. Estos libros son verdaderos tesoros. Qué bien, Ana!
ResponderEliminarGracias, porque al fin encontré la reseña del libro que nos leía mi madre cuando éramos niños, allá por los años 1936 al 1938 0 1940. Yo sabía cómo comezaba, porque los niños siempre tienen buena memoria para los cuentos. "Crispín Tachuelas era un venerable maestro de obra prima"... y en este blog encontré la rescpuesta, solo con poner en el Google, Crispín Tachuelas.
ResponderEliminarSupe que era "El premio gordo" Gracias a la autora del blog, que promete escanearlo. El autor no es Blasco Ibañez, que tiene otro con el mismo título.¿Lo sabe alguien? Un saludo. Franjaoli.
Boliche, corruquete y don tilin Daria casi mi alma por conseguir un ejemplar (yo lo recuerdo en una cuidada edicion de tapas rojas con grabados dorados, pero la memoria puede engañarme) y regresar a las aventuras de los dos hermanos y el diablilo de las nubes que van pegadas al pan y chocolate de mi infancia en los 60 Alguien podria ayudarme o sugerirme algo?
ResponderEliminarSe puede intentar encontrar un ejemplar en Iberlibro.com o en Todocolección.net. Yo he mirado en Iberlibro, pero no he visto ningún ejemplar, pero a veces estando al tanto, se consigue.
ResponderEliminarEste apartado me ha trasladado al baúl de mis recuerdos, en casa de mis abuelos donde había esa clase de libros que a mi no me llamaban la atención pero que ahora si. Estos libros son un reflejo de cómo ha evolucionado la sociedad. Al leer los comentarios de Franja y Agustín me doy cuenta de la importancia que tuvo para ellos, y es que en aquella época, donde la tecnología y el consumismo estaban aún por llegar, un libro era un tesoro, un medio para disfrutar e imaginar un mundo lleno de sorpresas y aventuras. Sin embargo, hoy día, los libros han perdido esa importancia, ya hay multitud de ellos y además compiten con infinidad de juguetes, por lo que tienen los libros que ser llamativos, llenos de ilustraciones, de colorido que llamen la atención del niño.
ResponderEliminarUn punto muy positivo es que hoy día los libros están al alcance de todos por lo que no podemos desaprovechar esta oportunidad de introducir a los niños en el maravilloso mundo de la lectura.
Siempre me ha parecido muy interesante ver el avance en los libros, tanto el tipo de folio, la caligrafía o las ilustraciones.
ResponderEliminarDesde pequeña he tenido en mi casa libros muy antiguos en mi casa, de principios del siglo XX, e incluso alguno anterior ; ya desde entonces me gustaba comparar aquellos libros con mis libros favoritos, por aquellos años me parecía, bastante curioso a la par que un poco aburrido por la falta de ilustraciones en esos libros, recuerdo que uno de ellos, solo uno, que era de cuentos clásicos, aparecían dos o tres ilustraciones, sin color, muy simples y muy realistas, sin embargo, los libros que yo leía eran muy coloridos con incontables dibujos( sobretodo fantasiosos ) y también por el tipo de letra pues aquellos tenían una caligrafía muy correcta, pequeña y a penas dejaba sitio para los márgenes sin embargo los míos tenían una letra mucho más grande y muchas veces casi no ocupaban espacio.
Recuerdo que mi madre siempre me explicaba que me parecían aburridos porque iban dirigidos para personas más mayores, pero a día de hoy al comprarlos con libros de "adultos" me siguen pareciendo muy fascinantes pues las portadas son mucho más discretas y, al igual que me pasa de niña, la ausencia de ilustraciones me parece muy notable. Con detalles como estos y el gran avance que podemos apreciar hoy en día, no solo en los libros, se puede describir y caracterizar cada época, y por ello, creo que todos los objetos antiguos pueden ser un buen recurso didáctico en un aula tanto de Primaria como Secundaria y también posteriores, una manera mucho más activa de entender la historia.
Que no debemos utilizar solo las nuevas tecnologías y los nuevos avances sino también acordarnos de que hubo vida antes de los ordenadores e internet.
Karolina Stopa
Grupo 222
Educación Primaria . Universidad Autónoma de Madrid
Todos los apartados de El cocodrilo azul, y en el blog en general, me han parecido muy interesantes ya que nunca había profundizado en la literatura y considero que este blog es una oportunidad para conocer muchísimos libros. Es un recurso muy útil para los maestros que nunca deben dejar de lado la literatura, ésta es una oportunidad para dejar libre la imaginación, la curiosidad…
ResponderEliminarDespués de ojear todo el blog he decidido escoger el apartado de años 30 ya que no conocía libros tan antiguos como Félix o Fabiola y creo que es importante culturizar a nuestros alumnos y leerles libros no solo modernos, sino también antiguos para enriquecerles.
Además, no he podido evitar realizar un paralelismo con el momento que se vivía en España durante los años 30. Fueron unos años de muchos cambios, la II República, la Guerra Civil, el franquismo y la dictadura… Pero los libros continuaban estando ahí, proporcionando una vía de escape y culturizando porque la imaginación es lo único que no les pudieron cambiar, que no les pudieron prohibir, que siempre permanecía en sus mentes y en los libros.
En definitiva, he escogido este apartado porque considero muy interesante poder conocer los libros más populares de los años 30, unos años muy difíciles para España.
Anna Morales Jové
UNIR (Universidad Internacional de la Rioja)
Literatura
Al echar un vistazo al blog, me ha llamado la atención el libro Sinfonía Pastoral, de Armando Palacio Valdés, sobre costumbres campesinas. Durante mucho tiempo, sobre todo en la adolescencia, la sinfonía 6ª de Beethoven era mi favorita. La escuchaba al llegar de clase, en un tocadiscos de los 80. Esto es lo que ha despertado mi curiosidad por el libro: ¡su título!
ResponderEliminarHe bajado el libro en pdf y lo he mirado un poco por encima. Habla sobre las experiencias del autor, que a los pocos meses de llegar a Madrid se sintió agotado y le recomendaron aire libre. De sus creencias sobre el poder sanatorio de la vida campestre surge este libro. Ambientada en la Asturias del siglo XIX, sigue la tendencia de la literatura de la época y el consejo de la inmersión en la naturaleza para sanar todos los males.
En el prólogo se comenta que la lectura es como una radiografía de la época: las labores del campo, la indumentaria con las formas de vestir campesinas y la alimentación a base de truchas y sidra pero sin olvidar la fabada, los chorizos, tocinos y panes.
En cuanto disponga de tiempo, me pondré con este libro y ya os contaré.
Un saludo,
Susana Llana
UNIR- Literatura
Me gustaría también comentar la importancia de incorporar este tipo de novela en el aula de primaria. La mayoría de los niños disfruta sabiendo de otras vidas, de cómo se vivía o qué se comía en otros tiempos. A todos nos gustan las historias y este libro seguro que se presta a ser leído en el aula.
EliminarLa mejor manera sería, en mi opinión, acercarles al texto mediante lo comentado en el prólogo: la recomendación de "ponerse bueno" en el campo. Los alumnos podrían hablar de sus experiencias. Después, seleccionando alguno de sus pasajes (no muy extenso) proponer la lectura en silencio para más tarde, comentar en grupo lo leído.
Un saludo,
Susana Llana