Nuestras vidas se cruzan de manera sorprendente.
Teresa y yo nos conocíamos desde pequeñas. Nuestros padres eran amigos.
Llegó un momento, cuando crecimos y además nuestros respectivos padres murieron tempranamente, en que nos separamos.
Nuestras vidas eran radicalmente distintas, Teresa estudió Arquitectura, yo, Filosofía y Letras.
Un buen día, en un Congreso de Literatura Infantil, coincidimos, ¡anda! ¡cuánto tiempo! ¡qué ilusión!
Sin saberlo y desde ángulos diferentes, habíamos llegado a trabajar en el mismo campo.
Teresa Novoa es una gran ilustradora y también ha conseguido ser una buena escritora, hasta el momento de álbumes ilustrados. Y puede serlo porque siempre fue una gran lectora, sensible, amante además del Arte en general y de la Música en particular, afición heredada de se padre, que era un melómano.
Y con todo este bagaje, obra extensa y bien hecha, como nadie es profeta en su tierra, ha tenido que ir a ganar un importante Premio, nada menos que a México: Premio Invenciones, de Editorial Nostra. Esto ocurrió en el 2010, pero el libro, que yo había visto en papel mondo y lirondo, acaba de salir.
Es una edición fantástica, cuidada y mimada, inusual diría yo.
Es un libro para tocar y además para soñar y reflexionar sobre el paso del tiempo, el ciclo de la vida y la muerte, que inevitablemente lo cierra.
La breve historia, concisa y poética, nace del poema de Jacques Prévert: "Para hacer el retrato de un pájaro". Poema grabado en la mente de Teresa. Historia a la que dio muchas vueltas hasta plasmarla en lo que hoy podemos ver.
Los mexicanos tienen la suerte de tener el libro ya en las librerías. Los españoles aún no, pero esta es la primicia que he querido compartir con todos los entusiastas lectores del blog.
Aprovecho como en otras ocasiones, para dar las gracias a tantos lectores desconocidos para mí, que me animan a seguir con esta ingente tarea de divulgación, que empecé hace casi 2 años. Me alegra que os guste y os agradezco tantos comentarios interesantes.
No os perdáis este libro, es una auténtica joya.
¡FELICIDADES, Teresa! ¡Te lo mereces!
Una vez he echado un vistazo a la página web no he podido resistir pinchar en el apartado de clásicos. Para mí ha sido una grata sorpresa, ya que me he encontrado con muchos de los libros que han formado parte de mi infancia. Recuerdo sobretodo una edición de los tres mosqueteros ilustrada por Gustave Doré la cual pasaba horas y horas remirando. Era una edición facsímil enorme y muy barata, pero la felicidad y los buenos momentos no se pueden medir entorno a coste económico, y de ahí radica la magia de los libros. Mi abuelo materno no sabia leer, y aprovechábamos los ratos que pasábamos juntos, sobretodo en verano, para yo leérselo, deteniéndonos con calma en cada una de sus ilustraciones. Gracias por devolverme tantos recuerdos.
ResponderEliminarCuando me he metido en esta etiqueta no sabía lo que me iba a encontrar, pero lo he hecho consciente para quitarme prejuicios sobre temas como la muerte, que forman parte de la vida. Cuando he leído el artículo me ha sorprendido gratamente porque he descubierto una escritora e ilustradora desconocida para mí, con una sensibilidad exquisita que te invita en su libro “La Pluma Roja” a soñar y reflexionar sobre el paso de la vida, como comenta Ana María Navarrete, algo que en este mundo atropellado que vivimos nos pasa muchas veces desapercibido, y que, en ocasiones, solo cuando sentimos la muerte o una enfermedad de cerca nos hace pararnos a pensar ¿qué estamos haciendo?¿A dónde vamos?¿Somos felices con lo que hacemos?...¿Por qué no ponemos en práctica más el mirar a nuestro alrededor y mejorarlo? ¿Nos haría mejores personas? Seguramente SI, pero sobre todo nos invitaría a disfrutar más de la VIDA.
ResponderEliminarEs curioso que la escritora, Teresa Novoa, estudiara arquitectura y haya terminado escribiendo un libro tan maravilloso, y es que todo el bagaje de nuestra vida ahí está, y siempre si lo cultivamos termina por hacernos revivir experiencias inolvidables que es gratificante compartirlas.
Gracias.
Los álbumes ilustrados no sólo se crean para los más pequeños. “La pluma roja” es un gran ejemplo. Recuerdo el día en que Ana Mª lo leyó en clase, recuerdo cómo me sentí sobrecogida por la sutileza con que nos presentan el ciclo de la vida. La unión de una abuela y su nieta a través de una poesía, el reencuentro con el pasado cuando el futuro finalmente nos alcanza. Echar a volar, irnos al cielo, y dejar a los que nos siguen una pluma, tal vez roja, para que escriban con ella una vida llena de pasiones, de deseos, de ilusiones y de sueños por cumplir.
ResponderEliminar“La pluma roja” me atrapó de principio a fin, me acogió entre sus hojas y me hizo desear, por encima de todo, llegar a casa y abrazar fuerte a mi abuela. Ojalá nuestra vida fuera eterna, ojalá cuando llegue el momento emprenda el vuelo y te encuentre en algún lugar entre las nubes. Gracias, Teresa, por este gran libro. Y gracias, Ana Mª, por darme la oportunidad de conocerlo.
Marina Labrador Bados
UAM Grado en Educación Infantil
Grupo 211
Buenas tarde Ana María
ResponderEliminarQue curiosa y caprichosa es la vida cuando quiere.
Tengo que reconocer que ese librocuando lo leíste en clase me emocionó, tanto por las ilustraciones como el texto.a forma que tiene la ilustración se meterte en el libro es maravilloso.Es una manera preciosa y poética de ilustrar el paso de la vida.
Un saludo
Estefanía Martínez de las Heras
2º Magisterio Infantil
Grupo:211
UAM