De Harold Bloom en Cómo leer y por qué, Trad. Marcelo Cohen, Barcelona: Anagrama, 2000
No hay una sola manera de leer bien, aunque hay una razón primordial para que leamos.
A la información tenemos acceso ilimitado, pero ¿dónde encontraremos la sabiduría?
Si uno es afortunado tal vez tope con un maestro que lo ayude; pero al cabo está solo y debe seguir adelante sin más mediaciones.
Leer bien es uno de los mayores placeres que puede proporcionar la soledad, porque al menos, según mi experiencia, es el más saludable desde el punto de vista espiritual. Hace que uno se relacione con la alteridad, ya sea la propia, la de los amigos o la de quienes pueden llegar a serlo.
La invención literaria es alteridad, y por eso alivia la soledad.
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