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martes, 5 de julio de 2011

Protagonistas femeninas-2-

En este 2º bloque de protagonistas femeninas voy a poner libros que tratan el tema de la INTERCULTURALIDAD, en el sentido de que se plantean temas que los lectores españoles conocen por las noticias o el cine, pero que no tendrán seguramente asociados a sus compañeros de clase.
La literatura, mundo de ficción por tanto metáfora de la realidad, aunque como en estos casos sea realista, puede ayudarles a comprender lo que parece a todas luces incomprensible.
Es evidente que estos mismos temas están tratados con protagonistas masculinos, pero la indefensión de las niñas en algunos campos es mayor en determinados países, por eso he agrupado este tema aquí en torno a personajes femeninos.




Klaus Kordon, escribe en Alemania esta novela situada en la India en 1987. Rosa Pilar Blanco la traduce para Alfaguara en 1992.
Narra la historia de una joven de 13 años que ante un matrimoio pactado, huye despavorida corriendo infinidad de peligros.
Es un viaje hacia la madurez, aunque a costa de enfrentarse a duras pruebas y peligros.



Michel Girin, escribe en 1998 esta novela, La prisionera del mago, que recibe el Premio UNICEF de literatura juvenil. En España la traduce Pilar Careaga en 2003 para Edelvives. Plantea el tema tan duro como real, del tráfico y la explotación infantil. La acción está situada en Filipinas. Es una novela detectivesca en la que un europeo se enfrenta a la red de traficantes de niños.



Marie Féraud,escribe Anne aquí y Sélima allí en Francia en 1986 y lo traduce al español Elena del Amo en 1993. Editado por Alfaguara en Madrid, plantea con toda claridd la vida entre dos mundos, en este caso, el argelino y el francés.
La autora, que pasó su infancia en Marruecos, conoce muy bien lo que signiica "estar a caballo" entre dos mundos y analiza la especial problemática de los inmigrantes, su deseo de integración y la búsqueda de la propia identidad en una sociedad cada vez más conflictiva.



Michel Piquemal y Élodie Nouhen: Mi miel, mi dulzura, Zaragoza:Edelvives con la colaboración Fundación Tres Culturas, 2005, Trad. De P. Rozarena
Este tierno libro editado en Francia en 2004, narra brevemente la relación de una niña, Jadiya, con su abuela Zhora. Además del amor, trata el tema de la muerte y el de la vida entre dos mundos: Europa y África.

3 comentarios:

  1. Me parecen muy interesantes las propuestas mostradas. Este último de “mi piel, mi dulzura” ¡lo voy a buscar!. Considero muy importante la elección de los libros: si son adecuados a la edad y tema, qué queremos enseñar, cuáles son los mensajes directos y subliminares de las historias… además de ser motivantes para el alumnado.

    La perspectiva de género me parece una asignatura pendiente en nuestras escuelas. Pocas son las mujeres que aparecen como referencia en los libros lo cual tiene unas consecuencias en la educación igualitaria. Creo que debemos intentar que tengan referencias de ambos sexos.

    Yo intento buscar a lo largo del curso nuevos cuentos, leerlos bien, y trabajarlos cuando corresponda o incluso en una guardia. Este año lo he hecho con uno que recomiendo: “Mistral” de Javier Sobrino (planeta & Oxford, a partir de 6 años). Como dice “a Mistral le encantan las mariposas, porque todas son distintas y pintadas de mil y un colores. A las personas nos pasa lo mismo, todas somos diferentes y todas queremos tener amigos”.

    Un saludo,
    Amaia

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  2. Protagonistas femeninos.
    Aunque he podido leer que en algunos post de tu blog se mencionan historias que son protagonizadas por un personaje femenino, considero muy necesario dedicarle más tiempo a este propósito, tal y como haces en “protagonistas femeninas (1 y 2)”. Creo que la perspectiva de género es una asignatura pendiente y necesaria en nuestras escuelas. El personaje masculino aparece desde siempre, desde el enunciado de un problema de matemáticas hasta ser el valiente héroe de un cuento. Es importante dar notoriedad a los personajes femeninos, fuera, si puede ser, de los clásicos que ya existen, que tienen su importancia pero como todo, con mesura.
    Como maestra creo que es básico desmontar algunos de los caracteres que durante muchos años se han ido creando alrededor de la figura de la mujer y que cala todavía hoy en día en las niñas y niños de todo el mundo. Una imagen de la mujer y del hombre que los cuentos en particular han ido configurando historia tras historia, y que en la mayoría de los casos considero perjudicial. Mujeres que cosen, que limpian, que esperan a los hombres, que son salvadas por ellos y de cuyas decisiones depende que el cuento vaya bien o mal.
    Desconozco en qué momento comenzaron a escribirse historias en la cuales las princesas se desbancaran de la imagen de mujer ideal y del rosa, pero quisiera destacar algunas que sin ser novedosas e imaginando que las conoces, a mí me han parecido interesantes:
    “La cenicienta que no quería comer perdices” Nunila López Salamero. Ilustraciones: Miriam Cameros Sierra.
    Las princesas también se tiran pedos. Ilan Brenman. Ilustrador: Ionit Ziberman
    ¿Hay algo más aburrido que ser una princesa rosa? Autora: Raquel Díaz Reguera

    También desde la visión de igualdad de género, la lectura de este post me ha hecho reflexionar sobre la necesidad de que las escritoras de todo el mundo formen parte del repertorio que nosotros preparemos para nuestros alumnos. Evidentemente, si a alguien le preguntan por escritores importantes en la historia, la mayoría de los nombres que se recuerdan serán hombres. Es esencial que como maestros pongamos interés en conocer las obras de diversas mujeres y tenerlas en cuenta en nuestra escuela. No hablo de una discriminación ni de hacer de menos a los autores masculinos, sino más bien de hacer algo que la historia no ha hecho, hacer más visible las obras de las mujeres.

    Irene Gutiérrez Fernández
    Grado de Primaria UAM
    Grupo 222

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  3. El proceso de coeducación (“método educativo que parte del principio de la igualdad entre sexos y la no discriminación por razón de sexo”) comienza en la familia y la escuela, ya que son los dos primeros espacios de socialización.
    Una vez que los niños entran en la escuela, se les identifica por su sexo masculino o femenino pero nosotros como futuros docentes debemos establecer estas diferencias como una fuente de enriquecimiento, educando para la igualdad, la cooperación…
    Es muy importante tener en cuenta la problemática social con la que vivimos: la diferencia por cuestión de sexos (la gran mayoría de libros tienen un personaje de sexo masculino como protagonista). Desde las escuelas, la elección de libros es muy importante (siempre tienen que aparecer en escena personajes de ambos sexos en igualdad de cantidad, que ambos sexos realicen las tareas de hogar, las mismas profesiones…).
    En definitiva, tratar el género en las aulas es importantísimo, ya que para crear una convivencia de calidad es necesaria una igualdad. La lectura nos sirve de gran ayuda para trabajar este tema.
    Nuestras actividades, a la hora de trabajar en clase siempre deben cumplir algunos objetivos como son: cooperación y colaboración entre todos los alumnos del aula, educar en la igualdad, fomentar la participación de todos los alumnos/as en todas las actividades realizadas….
    La igualdad de género es imprescindible en nuestra sociedad, y somos los maestros, en colaboración con las familias, los que debemos desarrollar actitudes positivas para concienciar a nuestros alumnos/as.

    Ana Fernández Borreguero
    2º de Magisterio Ed. Infantil.
    Grupo 211.
    Universidad Autónoma de Madrid.

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